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Capítulo 1: El inicio del desastre



Wonwoo

- Eso es todo por hoy, chicos – dije justo a tiempo al escuchar la campana escolar – Los veré mañana.

Los estudiantes comenzaron a recoger sus cosas y se fueron levantando rápidamente, causando un gran revuelo en el salón. Apenas eran las cuatro y treinta así que recogí los instrumentos del escritorio, dejándolo todo ordenado y esperando hasta que el ultimo estudiante saliera para cerrar. Por suerte, mi último grupo no era tan desorganizado como el resto y no tuve que quedarme a ordenar las mesas, recoger los papeles que dejaran regados ni nada por el estilo. Cerré el salón y fui hasta secretaría para confirmar mi salida y que todo lo había dejado debidamente ordenado para la próxima clase de mañana.

Para mi suerte no había casi nadie de mi departamento en los pasillos, así que pude irme rápidamente sin que intentaran engatusarme una vez más para salir de fiesta. Me dirigí a mi auto, y conduje hacia la mansión familiar Jeon tarareando una canción pegadiza cuyo nombre no me sabía.

Algunas personas no entendían las razones por las que yo trabajaba, siendo mi familia millonaria. El apellido Jeon tenía un gran peso donde fuera, sin embargo, hacía años que yo había buscado mi propia independencia. Mis padres habían construido un imperio con sus propios esfuerzos, aunque ahora era mi hermano mayor quien manejaba todas las cuentas siempre bajo el pulso de papá. Y ese control era algo que yo detestaba bastante, así que cuando me gradué de Magisterio en Ciencias Sociales, compré un apartamento con mis ahorros y me largué a la soledad y a la tranquilidad de un nuevo lugar donde podía ser yo mismo sin reparos.

La mansión quedaba a hora y media de viaje desde la escuela y media hora desde mi casa. Estaba ubicada en un terreno enorme literalmente en el medio de la nada y era el hogar de toda la familia: los abuelos Jeon, mis padres, mi hermano menor Jihoon y los gemelos. Construida con dos alas independientes de la casa principal, cien habitaciones personalizadas con baño incluido, un patio de golf, área de juegos electrónicos y piscina interior y exterior.

Aquello parecía un palacio y todo el mundo siempre estaba en la sala principal.

Giré en el camino de entrada que me parecía extremadamente largo y aparqué en mi plaza designada. No había ningún otro auto en el área así que parecía que no había nadie en casa.

Hasta que escuché un ruido fuerte y corrí adentro. Todo estaba desordenado y roto, el cristal de los jarrones de mamá estaba desperdigado por todo el suelo y un pequeño hilo de lo que parecía ser sangre venía del charco alrededor del cuerpo de alguien boca abajo. Mi padre estaba tratando de girarlo con un solo brazo pues también tenía heridas en el brazo izquierdo y estaba sangrando.

Cubrí mi boca por la sorpresa hasta que solté un grito cuando el rostro de Charles sin vida fue finalmente girado. Mi padre me miró horrorizado con el rostro transformado y los ojos vacíos llenos de odio y la mirada perdida.

- ¿Qué haces aquí, Wonwoo? – su voz sonaba fría y rígida – No es un buen momento para que estés aquí.

Señalé el cuerpo de Charles y su brazo con todo el cuerpo temblando por la impresión.

- Esto es mi culpa, hijo – sentía su pesar desde mi posición en la entrada – Esto no debió haber pasado

- ¿…Qué...? ¿Qué le pasó a Charles, papá?

- ¡ESTÁ MUERTO Y ES CULPA MÍA! 

Mi padre gritó a todo pulmón y yo empecé a llorar inevitablemente. Papa era alguien calmado, tomaba las cosas duras con humor y nunca gritaba a menos que le jugaran una mala broma. Charles era el mayordomo de la familia, el hombre que nos había cuidado cuando mis padres no estaban y él que me ayudó sin pedir nada a cambio cuando decidí mudarme. Podía asegurar que Charles sabía más de mí y mis gustos, que mi propia familia.

- Papá necesitas calmarte un poco – caminé hacia donde estaban, pero él me detuvo - ¿Papá?

- Busca a tu madre Wonwoo – señaló la puerta y yo asentí dudoso – Y no mires atrás pase lo que pase.

Salí corriendo hasta el auto una vez más, y tomé mi teléfono llamando a mi madre en lo que encendía el carro y conducía hasta donde ella estuviera. Mama contestó al segundo timbrazo en el mismo momento en que un Audi R8 negro con cristales polarizados. Algo en mí no quería regresar, pero mi papá estaba solo y herido.

- Hola cariño...

- Corta el rollo y ven a casa – giré en U y seguí al auto lentamente – Alguien mató a Charles y papá está herido. Un auto que no es de los nuestros acaba de llegar así que estoy dando la vuelta.

- ¡NO! ¡Wonwoo no vuelvas ahí! – masculló entre dientes, pero a era demasiado tarde – Dame dos minutos.

Colgué y frené justo detrás del auto, y salí corriendo una vez más hacia la mansión. No sabía si me matarían, pero, no quería que mi papa estuviera solo. Entré lo más sigiloso que pude y vi a mi padre arrodillado en el suelo frente a Charles siendo aguantado por otro hombre, y un tercero que aun de espaldas a mí me hizo un gesto para que me acercara. Caminé lentamente hacia ellos y me detuve frente al hombre, y me arrodillé junto a mi padre con las manos en los muslos. El hombre vestía de negro y tenía una sonrisa cínica todo el tiempo.

- Ah – suspiró dramáticamente y me señaló – Ya sé cuál será tu pago.

- No – papá gruñó y fue abofeteado – Él no tiene nada que ver con esto.

- Calla Yunho – apuntó con su arma en la frente y yo comencé a temblar por el miedo – Tú no tienes permitido hablar.

Comencé a arrepentirme de no haber huido del lugar, bajé la mirada rezando para que madre llamara a la policía y llegase rápidamente pero solo conseguí que más hombres entraran a mi casa. Alcé la vista cuando entraron dos hombres altos cubriendo a un tercero un par de centímetros más alto. De zapatos oscuros y brillantes y un traje Armani blanco caminó hacia nosotros observando todo el desastre del lugar con los ojos cubiertos por gafas de Sol.

- ¿Qué es todo este desastre? – quitó sus gafas y me dejó sin aliento - ¿Y por qué hay un muerto que no es Jeon?

Preguntó mirándome directamente en una batalla de miradas que obviamente yo perdería. El hombre de piel bronceada tenía los ojos azules más hermosos que yo hubiera visto, y solo dejó de mirarme para observar a mi padre con un gesto de asco y repulsión.

- Me disculpo señor Kim, cuando llegué aquí ya el lugar estaba en estas condiciones – dijo el hombre que se levantó cediéndole el puesto al tal Kim – Sin embargo, ya todo está arreglado.

- Mi dinero – tomó el arma del trajeado y el miedo una vez más me recorrió. El Kim tenía la pinta de matón y el aura asesina más fría que la de todos los hombres en la habitación.

- Aún no lo tengo, Sr. Kim – me miró de reojo mientras trataba de salir del inminente problema – Pero se lo devolveré pronto
Kim chasqueó la lengua y negó con la cabeza antes de apuntarle otra vez.

- Sr. Kim, por favor.

- No te creo – apretó el gatillo y disparó en su muslo mientras yo continuaba temblando y la bilis subía por mi garganta – Y como no te creo, te disparo.

Mi padre gritó de dolor mientras la sangre comenzó a brotarle

- Sr? Permítame sugerirle algo – comenzó a susurrar algo en su oído y Kim me miró todo el tiempo - ¿No lo cree?

El hombre asintió y se acercó al rostro de mi padre con el arma pegada a su sien. – Tienes una semana para devolverme cada maldito centavo, sino estaré encantado de llevarme a tu hijo después de matarte.









¡Holis! Les doy la bienvenida oficialmente a la versión de Closer corregida dos años después de su publicación. A los nuevos lectores les saludo cordialmente y a los lectores antiguos, les agradezco muchísimo por todo el amor que le han dado a esta historia.

Publicado: julio de 2019
Versión corregido: 15 de diciembre/2021

Closer (Finished)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora