Parte 6 La huida

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Dormía en la camilla que me dejaron cuando alguien me sacudió el hombro insistentemente. - ¡Arriba! Tenemos que irnos.

Abrí los ojos y me encontré con la chica rubia y de ojos claros que me miraba seriamente, me vio despierta así que se fue a despertar a Peter. 

-¿Qué pasa? -pregunté levantándome aún medio dormida.

-La policía de la ciudad ha salido a buscarnos, están dando rondas por el área, por suerte no saben exactamente dónde vivimos

Peter despertó de golpe, miró a todos lados con sus ojos grises asustados - ¿Y la chica? ¿Está bien? 

Su mirada se encontró con la mía y sentí un pequeño escalofrío, no de miedo más bien de emoción.

-¿Te sientes bien? - me preguntó con la voz algo ronca

-Todo bien ¿Y tú? Creo que inhalaste humo y contaminación.

-¡Ya habrá tiempo para eso luego! ¡Arriba los dos! Hay que largarnos mientras podamos. 

-Cecy ¿Ya nos encontraron? - Peter se levantó de un salto pero hizo una mueca, seguro le dolía algo.

-Están a punto de hacerlo, despídete de tu madre, nos vamos.

Entonces era su madre, la mujer amable, por eso se asemejan tanto. ¿Tendría que dejarla atrás? Cecy fue hacia el comedor, donde había un niño sentado al que no había visto antes, ella se arrodilló frente a él le dijo unas palabras y se abrazaron.  ¿Ese niño iba a quedarse con la mujer?

Empacaron rápido, Cecy prácticamente me empujó fuera del departamento, no pude ver la despedida de Peter y su madre aunque supuse que sería muy emotiva.

Segundos después Cecy ya me empujaba escaleras arriba en el edificio de departamentos.

-¿Vamos arriba? ¿No van a seguirnos?

-Veo que nunca en tu vida has tenido que huir, escaparemos por un atajo secreto, así que solo camina. - respondió Cecy mordaz, por un segundo creí ver una lágrima en su ojo pero se la removió de un manotazo.

Peter nos alcanzó, cojeaba un poco y seguía lleno de hollín pero me seguía pareciendo una antigua escultura viviente. - Tranquila, sabemos qué hacer. 

Subimos hasta un descanso donde había una puerta de emergencia, pensé que habría escaleras de emergencia por fuera del edificio, después de todo sí sabrían qué hacer.

Pero Peter abrió la puerta y dejó ver un solo barandal que sostenía dos peldaños hacia que bajaban y después de eso solo el vacío, hasta topar con el suelo de cemento.

-Saldremos por aquí, vete mentalizando - me dijo Cecy, se colocó entonces un arnés y me quedé helada - Primero yo para recibir a la niña allá, Peter tú nos sigues.

Entonces ví afuera un cable que se extendía desde nuestro edificio hacia el otro lado, sería como una tirolesa. Desee que no fuera a romperse con el peso.

-No soy una niña ¿Sabes? Tengo diecinueve no creo que seas más grande que yo 

-Tengo veinte, me da derecho de antigüedad para decirte qué hacer - replicó Cecy tratando de aguantar esa sonrisa burlona que comenzaba a estresarme.

Ella salió y se paró sobre el peldaño flotante de la escalera, me aterrorizó imaginarla caer de esa altura. Se enganchó al cable con ambas manos y tiró del arnés. - Los veo del otro lado, no se caigan.

De un salto despegó de los escalones metálicos y solo pude ver su cabello dorado alejarse en la luz del grisáceo amanecer.

 -Es tu turno, ponte esto como un pantalón. - Peter me entregó un arnés, torpemente me lo puse y me ayudó a ajustarlo. Se estaba colocando el suyo cuando escuchamos portazos y gritos más abajo en el edificio. -Saldremos juntos, no hay tiempo para ir por separado

¿Aguantaría el peso el cable? No me quise ni imaginar.

Salimos al barandal de metal, de inmediato me dio vértigo por mirar hacia abajo. Peter no me dio tiempo de protestar, me enganchó al cable y luego se enganchó él, comprobó ambos arneses tirando de ellos y soltó un suspiro que removió mi cabello. -Aquí vamos

Quise gritar, pero el aire se quedó atascado en mi pecho. Volamos rápido con nada más que el callejón debajo de nosotros, Peter llevaba su mano en mi cintura y me hizo sentirme un poco más aterrada.

Acabó más pronto de lo que pensé, Cecy nos recibió en el edificio con una especie de gancho para detener los arneses y mis pies golpearon el suelo bruscamente, tuve que dar un par de zancadas antes de parar en seco. 

-¿No estuvo tan mal o sí? Tenemos que seguir, este edificio lleva a los túneles - me dijo Cecy, me pregunté si su pregunta fue burlona o verdaderamente curiosa.

Corrimos escaleras abajo, mi corazón ya latía a toda velocidad, pero por encima del miedo me sentía emocionada. No hubiera imaginado esa mañana cuando comía cereal en la cocina, que me encontraría al día siguiente huyendo de la policía con dos desconocidos.

Unos hombres nos gritaron preguntando qué nos pasaba, pero Peter y Cecy los ignoraron así que creí prudente hacer lo mismo. Llegamos a la planta baja, se escuchaban golpes en la puerta principal del edificio, seguro algún policía quería entrar. Cecy empujó una puerta de madera y bajó corriendo a la oscuridad. 

Peter encendió su lámpara y me dejó ir adelante de él, fue iluminando mis pasos. Más escaleras, corrimos no sé cuantos pisos más abajo y cuando llegamos al fondo Cecy se detuvo un segundo. 

-Te daré un respiro, novata. - me dijo, pero pude ver que estaba quitándose el arnés con cansancio en su rostro

Aprovechamos para quitarnos los arneses, Peter recibió el mío sin que le dijera nada. Sentí por algún extraño motivo que él y yo podíamos anticipar lo que haría el otro, no quise emocionarme pero para mí eso era inusual. Ni siquiera Bill me entendía a ese nivel.

Cecy por fin siguió corriendo, al final del pasillo, pero se detuvo de golpe y casi choco con ella.

-¿Qué pasa? 

-Tenemos un ligero problema... El pasillo fue sellado aquí, ya no hay salida. 








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