Parte 8

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Habiendo estado en ese almacén, luego viendo el exterior desde la casa de Peter, Creí que estaría lista para salir a su mundo... pero cuando me encontré justo en medio de unas vías de tren, rodeada por pavimento hirviente desquebrajado y gente harapienta caminando sin rumbo, me paralicé asustada.

Eso hasta que Peter me sacó de la alcantarilla levantándome por los brazos. Ya que estuve en pie lo miré asustada, así que dio unas palmadas en mi cabeza y sonrió – Estarás bien.

-Vamos a buscar algo de ropa limpia- ella nos guió hacia un callejón, no me atreví a soltar el brazo de Peter pero traté de caminar tranquilamente para no llamar la atención.

Pensé que iríamos a un bazar, mínimo a un mercado, pero ella se inclinó sobre las cajas del callejón y comenzó a escarbar en ellas.

Miré horrorizada, pero Peter me sonrió de nuevo, empezaba a preguntarme si le divertía mi expresión – A veces la gente de tu ciudad tira a la basura ropa y cosas que ya no quieren, nosotros venimos a buscarla porque aquí afuera cuesta mucho conseguir ropa decente.

Ella sacó una playera, se la lanzó a Peter quien la atrapó en el aire, se quedó con  unos jeans medianos, luego lanzó un short a Peter. Finalmente encontró un par de zapatos que le quedaban y unas botas militares para Peter, me sonrió falsamente mostrándome un vestido de niñita lo cual hizo reír a Peter así que eso disipó mi molestia.

Se volvió hacia mí de nuevo, me examinó un segundo antes de ofrecerme un par de jeans y un top oscuro. Me le quedé viendo a la ropa con inseguridad, quién sabe si estaría lavada, pero la tomé con disimulo.

Ella levantó las cejas. – Tú naciste entre seda y almohadones, pero aquí afuera nos conformamos con tener algo que usar, tendrás que adaparte a esto... o siempre puedes ir desnuda.

-Pues tampoco me gustaba vivir con "comodidades" como tu crees, pasaba la mitad del tiempo cubriendo expectativas y la otra mitad preguntándome cómo huir.

Peter miró a su amiga y negó con la cabeza -Ella no es lo que piensas, dale un respiro

Ella se encogió de hombros con esa media sonrisa que tanto detesto, luego se fue tras un contenedor a cambiarse.

Peter me miró un segundo antes de ofrecerme las botas -Te quedarán grandes, pero deberías cambiarte esos zapatos mojados

Negué rotundamente -No te quedarás sin nada por mi culpa

Olvidando mi disgusto, fui hacia la caja y escarbé un poco más, encontré unos tenis que tal vez eran masculinos y un poco pequeños pero me quedan de todas formas. Nos separamos para vestirnos, yo me vestí en tres movimientos por miedo a que alguien pasara y me viera, me reconfortó la ropa seca y saber que estaba más limpia que mi uniforme destrozado el cual lancé a un basurero.

Cuando salí ya estaban los otros dos en el callejón, Peter parecía haberle dicho algo que la hizo enojar, pero me dije que no era mi culpa que esuvieran teniendo peleas de pareja. Aunque ahora que los veía de cerca, su relación era más como de hermanos, no tanto como pareja.

-Bien, comencemos la misión "la niña vuelve a casa".  - dice ella con una media sonrisa 

Me quedo mirándola sin entender, así que ella pone los ojos en blanco 

-¿De verdad nunca viste la vieja película "E.T. vuelve casa"?- al ver mi rostro inexpresivo ella suspira de nuevo- Olvídalo entonces, creo que los ricos no pueden ver todo lo que nosotros, me sentí privilegiada. Andando, antes de que se haga de noche. 


Where to go?Where stories live. Discover now