Where to go?

Parte 7 Niña lista

Cecy maldecía mientras golpeaba la pared frente a ella, me pregunté si eso podría resolver algo, era una pared de concreto sólido. 

-¿La salida por el callejón? Está arriba, si nos apresuramos.... 

-Ni hablar Peter ¿No los escuchaste derrumbando la puerta de entrada del edificio? En cuanto lleguemos a la planta baja nos toparemos de frente con la policía y adiós libertad.

Di un paso hacia atrás y casi tropiezo, en la oscuridad no podía ver, así que me hinqué para palpar el suelo. Era una especie de manija de metal, golpeé el piso con el puño y escuché un eco.

-¿Hay algo aquí abajo? Esto parece ser una compuerta

Peter me echó la luz a la cara, rápidamente notó su error y la apuntó al suelo. - ¡Cierto! Hay una compuerta de madera aquí, denme espacio

Peter me entregó la lámpara y forcejeó la compuerta. Arriba se escuchaban pasos y gritos, con el corazón apretado deseé que pudiera abrirla. Le tomó un rato y un par de patadas pero logró abrir la compuerta, arrancando la manija oxidada. 

-Vamos a bajar. 

-Yei - gruñó Cecy, no pasó ni un segundo cuando Peter desapareció dando un salto por el agujero en el suelo.

-¡Argh! 

-¿Qué? - chillamos Cecy y yo al mismo tiempo, ella molesta y yo asustada

-Hay agua aquí abajo y el olor no es precisamente bueno

Cecy me quitó la lámpara y me señaló con la cabeza hacia el agujero. Nerviosa, doblé las rodillas y me lancé hacia el hueco sin pensarlo dos veces. 

Las manos de Peter atraparon mi cintura, caí torpemente salpicando agua pero al menos caí de pie. Nos apartamos del hueco  y Cecy bajó de inmediato. Alumbró con la lámpara en ambas direcciones del túnel, la observé pensar un par de segundos antes de avanzar a nuestra derecha. 

-¿A dónde llevará esto?- musitó Peter, por primera vez en el corto tiempo de conocerlo, detecté inseguridad en su voz. 

-Mientras más lejos nos lleve, mejor - dijo Cecy, me impresionó que no se inmutaba por nada, siempre con esa actitud gruñona pero manejando la situación. Me pregunté si algún día podría llegar a ser así, menos arisca, pero así de segura y valiente.

Solo escuchábamos nuestros pasos sobre el agua, Peter tenía razón, el olor era malo y mis zapatos pesaban más con toda esa agua putrefacta. Comenzaba a sentir dolor en varias partes del cuerpo, pero estaba en un estado de adrenalina que no me permitiría parar.

-Si no me equivoco, saldremos del otro lado del barrio, hay un pozo de agua en el final y ahí podremos subir. - dijo Cecy más para sí misma que para nosotros

Sin darme cuenta resbaló mi pie sobre algo pegajoso, Peter detrás de mí sujetó mis codos para que no cayera -¿Estás bien?

-Eso creo... soy Anya, por cierto, creo que no me he presentado a pesar de todo lo que pasó.

En la poca luz frente a nosotros pude ver que me sonreía, sus ojos eran de un café obscuro que me pareció más profundo que los túneles. -Creo que ya lo sabes por las miles de veces que Cecy lo ha dicho, soy Peter.

-Me da mucho gusto conocerte, Peter. 

Cecy rió frente a nosotros, me di cuenta que me había detenido en brazo de Peter, seguí avanzando.

-¿Qué es tan gracioso?

-Aquí nadie habla así, parece que saliste de un manual del gobierno. "Por favor sea amable con sus vecinos, todos somos ciudadanos. Nos da gusto su atención... " - gruñó Cecy haciendo voz de televisión - Tendremos que hacer algo si no queremos que te descubran ahí afuera. 

De todos modos, pensé, sería imposible que no pudiera camuflajearme entre gente sucia con este pantalón de uniforme destrozado por el incendio y sucio a más no poder.

Caminamos en silencio otro trayecto hasta que al dar una vuelta a la derecha encontramos la luz proveniente del exterior del  pozo. Tuve que entrecerrar los ojos para ver hacia arriba.

Peter sacó de su pequeña mochila una máscara-filtro extra y me la ofreció. -Póntela, o te mareará el olor a contaminantes allá afuera.

Los dos se pusieron sus máscaras también, Cecy encontró las escaleras que usaban los de mantenimiento y trepó los peldaños.

-¿De aquí a dónde iremos? -pregunté a nadie en especial

-Ya se te ocurrirá algo, niña lista. - gruñó Cecy desde arriba, juro que provocó que mi párpado temblara del estrés.