Un amor no correspondido -TERMINADA-

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Me acordare siempre, el primer abrazo que me diste.

Era otoño, terminamos de un entrenamiento de vóley (jugábamos en el mismo equipo) y fuimos todos juntos a la parada de la clase.

Yo tenía mucho frío y una de mis mejores amigas me dijo:

- Te estas helando, ve a la hoguera.

Y allí estabas tú, haciendo castañas y me dices:

- Tienes frío?

+ Un poquito sí.

Yo iba con pantalón corto y camiseta corta.

Y de repente noto como unas manos dejan caer sobre mi espalda una sudadera, era tuya, tu sudadera azul.

- Mejor?

+ Si gracias.

Creo que en ese momento mi cara fue un poema. Estaba muy emocionada, era tu sudadera azul, nunca se la dejabas a nadie.

Ese día iba en patines y me pediste que te enseñara lo que sabía. Muerta de la vergüenza hice lo que podía en ese momento, las piernas me temblaban, pensaba que acabaría en el suelo.

Cuando termine me estabas aplaudiendo, yo debía estar roja como un tomate. Fui hacia ti y te reíste.

+ De que te ríes? Tampoco lo he hecho tan mal.

- No que va, casi te caes jajaj.

En ese momento no se si lo hacías de broma o era verdad, creo que de broma, eres muy bromista y eso me encanta de ti.

Estuviste como 10 minutos riéndote de mí y me fui de tu lado molesta, no te entendía.

Me fui con mi amiga, me pregunto que me pasaba, tenía una cara extraña, supongo que en ese momento estaba confusa con tu actitud.

Mi amiga me abrazo y tú saltaste:

- Yo también quiero uno.

+ No para ti no, que te ríes de mí.

Venias hacia mí, yo empiece a patinar y tu corriendo detrás de mí, parecíamos dos niños pequeños.

Al final me cogiste y me abrazaste, yo en ese momento estaba muy, pero muy feliz, era un momento extraño, único, inolvidable.

Estuvimos como 10 minutos y me dijiste:

- No te enfades tonta, que te lo hago con cariño.

+ Ya, seguro.

- Que sí, no ves lo que has hecho muy bien, solo era para picarte.

Y me abrazaste más fuerte, yo en ese momento era la mujer más feliz del mundo, nunca había pensado que me abrazarías y nunca de esa forma, fuiste muy tierno.

Obviamente te perdone y fuimos los dos a la hoguera.

Ese día fue uno de los mejores de mi vida.