Hola mama.

7

_Preciento que tu no eres de aquí_ me levante rápidamente girandome para ver a la voz desconocida que tenía a mi espalda.

_Cuidado, es una larga caída_ me sonrió, su sonrisa era hermosa, sus ojos marrones dorados se achinaban mientras que las comisuras de sus labios se levantaban.

Di varios pasos atrás, parecía una de esas jóvenes pijas llenas de lujos y coches, ese no era mi lugar.

_No te vayas, no me molesta la compañía_ saco una caja de caramelo de su chaqueta y me ofreció uno, lo acepte, moría de habré hace dos día no comía bien.

_Soy Sara_ me dijo, ella levanto su ceja derecha esperando mi nombre pero mi labios no se movieron_ supongo que no me dirás tu nombre pero por la cadena que tiene se que comienza por R_ sonreí tocando me la cadena de cordón negro que rodiaba mi cuello.

_Es precioso_ me acerque al borde para ver Madrid_ siempre vengo aquí cuando estoy agobiada, me relaja mirar todas esa luces que hasta ahora no se apagan_ me miro_ y tu R, ¿que te parece?_ me levante de hombros, si le contaras mis verdaderas intenciones me tomaría por una loca suicida.

_Comienzo a sospechar que eres muda_ río cuando negué_ no pasa nada si no quieres hablar.

Retrocedi varios pasos alejando me de ella, su mirada estaba en mi cuando me despedí de un movimiento de muñeca y baje por la escalera de emergencia.

Definitivamente ese no era mi lugar.

Camine a casa marque al número que siempre hacia, casi ya no tenía crédito así que tendria que hablar rápido.

_Hola mama, he conocido a una chica se llama Sara y es hermosa, daría todo para escuchar algunos de tus concejos, uno que me diga que no me haga ilusiones, que ella me jodera el corazón, solo necesito escuchar tu voz mama, adiós.

Acabe la llamada, ya tenía asumido que ella no me volvería hablar al igual que yo no volveria a ver a Sara.