Nytelse || TinCan

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× Pequeña nota antes de empezar ×

Cuando Can hable con su lobo, el Omega hablará en Negritas y cursiva

Cuando Tin hable con su lobo, el alfa hablará en Cursiva y subrayado.

Espero no confundirles, ahora si, disfruten.

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El lunes inevitablemente llegó y Can estaba realmente ansioso. Quería usar el collar pero Tin se molestó cuando lo mencionó. Según el Alfa, el símbolo de enlace debía portarse con orgullo, pero seamos sinceros, lo que el Alfa quería era que se alejaran de su omega.

Ese día Tin lo llevaría a la UNI, llamó avisándole que ya estaba fuera de su casa y Can bajó las escaleras, se despidió de su madre y hermana y salió de casa, saludando a Tin de lo más normal.

En el recorrido, Tin trató de hablar con él, pero Can solo respondía cortante y secamente. No porque estuviera molesto, sino porque los nervios lo consumían.

También estaba el hecho de que jamás, desde que tuvo su primer celo, había salido sin su collar. A pesar de que siempre se quejaba, ya era como una parte de él y sin éste se sentía desnudo.

Una vez hubo llegado a su campus, empezó a respirar con dificultad. Tin lo notó y soltó feromonas para calmar al menor, lo cual funcionó.

—Can, todo estará bien —Tomó entre sus manos la del menor y le dio un leve apretón—. Estaré contigo.

Can asintió y ambos bajaron del auto. Comenzaron a caminar hacía la cafetería del IC; Tin tomó la mano del pelinegro y entrelazó sus dedos. Can se sintió más relajado.

Al entrar varios estudiantes los miraron, era normal llamar la atención por el apuesto físico de Tin, pero se quedaban sorprendidos cuando la marca rojiza resaltaba en la piel blanca del menor, pronto empezaron a murmurar y Can sintió como poco a poco entraba en pánico.

"¿No quieres mejor regresar a casa?"

"Por fin estamos de acuerdo en algo"

Can soltó la mano de Tin y corrió hacia el estacionamiento, el mayor lo miró sorprendido y lo siguió de prisa.

—¡Can! —gritó Tin, intentando detener el paso del menor.

Can se detuvo hasta que llegó al estacionamiento y miró a Tin, respirando con dificultad.

—¿Qué pasa? —Murmuró el mayor, acariciando el rostro del más pequeño. Can solo lo abrazó, hundiéndose en el cálido pecho del mayor.

"¿Qué le digo ahora?

"Déjamelo a mi"

"Bien"

Can se separó de Tin y lo miró fijamente a los ojos, los ojos del pelinegro cambiaron a un color violeta, su voz era diferente, siendo Can pero un poco más tranquila de lo normal.

—Tengo miedo —murmuró, Tin jadeó sorprendido, el lobo Alfa se retorcía de felicidad al escuchar la voz del Omega, pero rápidamente gruñó molesto al saber que algo molestaba a su destinado.

"Déjamelo a mi, quiero hablar con él"

"Adelante"