-Estoy yendo amor, esperame un segundoo– alargo la "o" Martina.
–Dale que necesito que me planches, chau– corté, hace tres horas debería estar acá y estaba espiando una joda rancia de los pibes de Lugano. Para mi no daba, pero Tomás quería saber si Nacho se iba a juntar con esos.
Luego de unos minutos, Martina llegó, le abrí la puerta y se sacó la campera para empezar a plancharme el pelo.
-Y? encontraste algo?– Pregunté, viendo como agarraba mi pelo con un broche, dejando una parte para luego plancharlo.
–¡Qué lindo pelo! ¿Qué shampoo andas usando amiga?– intentó evadir el tema
–Dale Marta.
–Nacho estaba ahí, con Araceli. No pude ver mucho, igual boluda podías ser un poco más comprensiva y no hacerle tremendo chupón.
–ahre – respondí – Jodeme que me volvió a cagar boluda, un mes pasó de lo último. Siempre con la misma piba.
–yo no entender ahre– rió, para que yo me sienta bien, pero no podía, ya no.
-Boluda anoche no cojí con igancio, supuestamente se fue con su mamá a lo de Rosa, su abuela.– Martina me miraba apenada, lo último que quería era que me tenga lástima. Empezó a morder sus labios, señal de que estaba enojada, y no soltaba la plancha – No me quemes el pelo.
–Perdon – la soltó– Es un hijo de puta, no lo vale. Un caradura tremendo, ese gil. Ahora vamos y rompemos tarima amiga, vamos a hacerle competencia a la Aracelucha.
–Llegó el más lindo de los lindooos– Entró Tobi regalándome una sonrisa que me llenaba.
–Ay dios nene te pareces al churrero de mí playa; "llego el morocho de los rubiosss, llegó el chuerrero de los churrooos"– imité, rieron.
–Sos la taradita más linda que vi– mordió mi oreja y comenzó a dar besos húmedos por mi cuello.
–¿Sale ese chape?– indagó Martu.
–Me metió los cuernos, pero sigo casada amiga.
–Ves que sos una ortiva, ya no me querés– hizo puchero mi mejor amigo.
–Yo te amo, Tobi, pero no quiero ser una basura como él, amor– le apreté los cachetes y me cambié, me puse un short engomado, un top floreado y unas zapatillas airforce porque pintó.
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Aldii.Rodriguez : siempre la misma historia, papi ya me lo sé.
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@martinafuentes Que perra mi amiga por dioss salí a romper todo ⤷Como se debe perra
@nachoospallati sos lo más hermoso que existe wacha ⤷jaja
@toobiasx_ arte puro, me enamoras ⤷Te amo a más no poder ⤷@nachoospallati jaja un capo tobiii
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♡♡♡
Ya en el boliche, busqué a Ignacio con la mirada por el vip, aunque no lo encontraba. Miré de reojo la barra y ahí estaba él, con Araceli. Ella le tiro la boca, pero el se alejó. Bajé y me puse cerca para ir a buscarlo, pero gracias a la música, ellos hablaban muy fuerte y se podía escuchar lo que decían.
–Dame más tiempo, Ara. No sé cómo decirle a Aldi, o si quiero decirle. Estoy con ella todavía–Gritó, agarrándole las manos, esta le sonrió y se fué. Me senté en la silla en que estaba ella, al lado de Ignacio.
– Así que no sabes como decime– le dije.
–Eh? de que hablas?– Se hacía el desentendido, caradura.
–De vos Ignacio, no te hagas pelotudo. Cualquiera se da cuenta que seguís sintiendo algo por ella, mil veces me cagaste con Araceli.
–Ves que haces una escenita por nada? Decís cualquiera Aldana, dejate de joder.
–La quiero pasar bien Ignacio, volveme a cagar que te juro no te veo más. Cortamos todo lo que existe entre nosotros, nacho, venís con tu cuentito de "vamos a durar mucho" y tenes la pija caliente, loco
–Te podes callar un toque flaca?– me gritó, golpeando la barra con sus manos. – Dejame de joder, me voy a comer a quién se me cante el forro del culo como siempre hice, que te me venís a hacer la celosa ahora, taradita– Lo miré dolida, Tobías estaba mirándolo a sus espaldas
–Deja amor, no vale la pena, vamos a bailar, no estés con machitos tontos– mi mejor amigo me extendió su mano y me llevó a la pista a bailar, delante de los ojos de Igancio. Me miraba enojado y me incomodaba.
–No es nadie para que te hable así. Se lo mucho que te dolió y aún así cuanto lo amas. Pero ya esta, valorate, querete.– Exclamó mi mejor amigo, poniendo sus manos en mi cadera.
–Gracias por absolutamente todo, tobi– Lo agarré suavemente por la cara, lo necesitaba más que nadie.
Lo acerqué a mi, y nos empezamos a besar, como antes. eran besos cálidos y tiernos, me hacía sentir completa.
–Dejame quererte, Aldi
y yo pensaba en Nacho, miraba cómo nos miraba.
Y qué querés que haga nacho, sos un caso perdido, te di lo que querías, y daría mucho más, pero últimamente rendirse no parece importar.
