Capitulo 41.

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Anastasia se escabulló entre las sombras, no le había sido difícil hurtar las llaves de la puerta de seguridad que separaba esta área de la de los enfermos mentales una vez que el enfermero custodio se había quedado dormido. Camino casi en puntillas hasta su destino, abrió la puerta la puerta con cuidado, los pelos se le pusieron de puntas cuando la puerta emitió un chirriante sonido, preparada para todo Anastasia se adentró en la habitación.

Allí estaba él, aparentemente dormido, tan hermoso como Pacífico. El doctor Robert y sus colegas habían decidido que por su seguridad lo mejor era trasladarlo a otra área lejos de los pacientes, pues aunque creían que allí no corría ningún peligro no querían arriesgarse a que algo le pasará. La habitación era idéntica a las otras, blanca con solo una cama, una mesita de noche y un sofá. Demasiado minimalista.

Anastasia camino hacia su amado,no podía creer aun la intensidad de sus sentimientos. Se situó a su lado y comenzó a acariciarle las mejillas, pronto esas caricias descendieron hacia un punto mas interesante y cuando a ella le pareció que estaba lo suficientemente preparado quito su ropa la de él y se estimulo a si misma, no había necesitado de mucho pues su simple presencia conseguía ponerla a tope, sin embargo con el embarazo ahora tenía que ser mas cuidadosa. Finalmente se subió sobre él, lo introdujo dentro de si y comenzó a moverse.

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