Capítulo Final.

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No le fue difícil infiltrarse en la casa, al parecer Grey había olvidado cerrar correctamente y activar el sistema de seguridad después de que esos policías se fueron de allí, tampoco le fue difícil saber en donde estaban, los gemidos provenientes de arriba le indicaron que es lo que estaba pasando y donde. Furico y lleno de dolor se dirigió a la fuente del sonido ¡Maldito, maldito Grey! Lo mataría, lo mataría y se llevaría a su amada Anastasia lejos de ese lugar para iniciar una vida juntos.

La pistola ya estaba cargada y lista para lograr su cometido, había pensado en llevárselo y divertirse un poco con él pero no creía que su adorada Ana pudiera superarlo, en cambio si lo asesinaba de forma rápida y la convencía de que lo había hecho por su bien, lo perdonaría y lo superarían juntos.

Al llegar a la habitación su corazón se desgarro y se lleno de celos, irá e impotencia si bien él sabía perfectamente lo que estaban haciendo eso no lo preparo para vivirlo, sentía que su carne estaba al rojo vivo, jamás había experimentado sensación similar un gruñido emergió de su garganta y atrajo la atención de los amantes a su persona.

-¿Qué demonios?- Exclamo Grey lleno de sorpresa e indignación, cubriendo el cuerpo desnudo de Anastasia.

¿Con qué derecho se indignaba? Era él quien se había robado y profanado a la bella princesa Anastasia. Pero ya había llegado el príncipe que vencería a la bestia y salvaría a la preciosa damisela, pronto vivirían felices para siempre junto a su precioso bebé.

-¡¿Quién demonios eres y que mierda haces en mi casa?! ¡¿Como entraste aquí?!- Se levantó poniéndose los boxers en el acto y se posiciono con rapidez nuevamente frente a Ana.

Anastasia lo identifico de inmediato. -¿Doctor Robert? ¿Qué está haciendo aquí?- Murmuro con las mejillas sonrojadas y los ojos abiertos por la sorpresa.

-Tranquila cariño, he venido a rescatarte- le sonrió con dulzura se acercó lentamente a ella y extendió su mano hacia ella.

El bastado tuvo la gracia de voltear a verla como buscando una explicación, sin embargo Anastasia seguía confundida mirándo al demente frente a ella.

-Doctor creo que ha malinterpretando la situación, estoy bien. Estoy aquí porque deseo hacerlo, Christian y yo hemos arreglado las cosas, él y yo tendremos un bebé y nos amamos. Estamos bien.- Dijo sonriendo.

Christian escuchó sus palabras pero decidió no corregirla, su atención estaba totalmente centrada en el hombre frente a ellos, todos sus instintos se activaron, era obvio que este hombre no estaba bien, la vena de su cuello y frente estaban saltadas, su cara relucia de un rojo intenso resultado de la amargura, sus manos apretadas en puños. Fue entonces cuando lo reconoció, era él, el loquero que había tratado a Ana en aquel hospital mental ¿Qué diablos?

- ¿Amarte? Míralo cariño, solo esta manipulandote, la policía está buscándolo ¡Es un maldito criminal!-Su voz que en un inicio era suave y cálida se convirtió en un gruñido a medida que hablaba. - Pero no te preocupes, no más. Yo me haré cargo.- En ese momento levantó el arma y apuntó a Christian, Anastasia chilló al ver la situación tratando de levantarse, sin embargo Christian la volvió a la cama, recogió su ropa interior y la puso junto a ella para que se la pusiera todo esto sin inmutarse en absoluto por el hombre con el arma, esto lógicamente lo enfureció más.

- ¡Alejate de ella!- Gritó lleno de cólera. - ¡No la toques más!- Su voz sonaba distorsionada mientras se acercaba más y más a Grey.

- ¿Por qué me alejaría de mí mujer? - El tono de burla que usó fue acompañado por una pequeña sonrisa de lado.

Maldito, mil veces maldito. Estaba provocandolo, lo sabía pero eso no impedía que la ira hirviera en su ser.

- ¡Alejate de ella he dicho! - murmuró a punto de explotar acercándose cada vez más a los amantes, su mente estaba completamente nublada debido a la furia, sus manos temblaban ante la anticipación de lo que haría. No fallaría, acabaría con ese hijo de puta de una vez por todas.

Christian por su parte mantenía una actitud relajada y llena de confianza, sabía que tenía a ese bastardo en sus manos solo esperaba el momento indicado para poder actuar.

Todo ocurrió en menos de un segundo Christian se avalanzo sobre él arrebatandole el arma al acto, le sorprendió que su jugada fuera certera pero su rostro no mostró nada, necesitaba hacerle saber a este hijo de puta quien estaba al mando. La adrenalina recorrió su cuerpo y de pronto ver como la cara de ese maldito cambiaba a un de auténtico terror lo hizo sentirse pleno y satisfecho.

Tenia a ese hijo de puta donde lo quería todo dentro de él le decía que no era un asesino, que lo echará de su casa y llamara a la policía pero una pequeña voz en su cabeza le susurraba que jalara el gatillo, que ese hijo de puta no los dejaría en paz a menos que estuviera muerto.
Finalmente su parte racional perdió la batalla cuando su dedo presiono el gatillo y el poderoso estruendo que produjo el sonido del arma silencio su conciencia, lo había hecho. Asesino a alguien, elimino a ese bastardo.

La adrenalina llenó su cuerpo, un sentimiento de poder y satisfacción se instalo en su pecho de pronto se giro para atraer a Anastasia hacia él. Era su mujer, lucho por ella y la ganó. El sentimiento de posesividad y la adrenalina se juntaron dando como resultado una profunda exitación se avalanzo sobre ella y la beso profundamente, Ana tardo unos segundos en reaccionar tras lo sucedido pero no dudo en seguir el beso de su amado. Esto no hacia más que confirmarle no importaba lo que él hiciera siempre amaría a Christian. Pronto se encontraron tendidos en el sueldo desbordando su pasión el uno en el otro como dos animales, no les importo mucho llenar sus cuerpos de la sangre del cadáver de Doctor que aún se encontraba a su lado.

Una vez terminaron rendidos, cubiertos de sangre y sudor, Christian observo a Ana con inmensa ternura —Te amo — Declaró antes de inclinarse y volver a besarla para en esta ocasión hacer el amor muy suavemente demostrándole en cada embestida que ella era la única en su vida y en su corazón.

FIN

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