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Los siguientes días se sintieron extraños. JiMin despertaba en las mañanas a su lado, con su cuerpo tocando abrazado por completo al de TaeHyung, a TaeHyung no le molestaba en lo absoluto. Si no era JiMin el que se colaba en su habitación, era TaeHyung el que silenciosamente entraba en la del mayor. A ninguno de los dos le molestaba el echo de despertar tan juntos, en un abrazo, o apoyándose en el cuerpo del contrario.
Siempre fueron así, a pesar de aquella tensión que se forma entre ambos, el echo de excitarse con el tacto del contrario no les impedía ser los mejores amigos que eran.

Desde que HoSeok decidió darse el permitido y dormir en una habitación para él solo TaeHyung y Jimin habían echo infinidades de pijamadas en la que ahora era la habitación de JiMin. A ambos les gustaba darse pequeños mimos con noches de películas o simples noches donde ambos habían tratamientos de belleza y reían de cualquier cosa que cruzara por su mente, noches en las que los videojuegos predominaban las horas, noches en las que los parpadeos eran el límite entre la noche y el día.

JiMin siempre disfruto del tacto, a JiMin le gustaba tocar, es ese tipo de persona que te recibe con un abrazo y te despide con un beso, porque JiMin era así con el mundo entero. Le gustaba ser dulce y al mismo tiempo tener su pizca de sensualidad que podía volver loca a cualquier persona que lo notara, y TaeHyung en definitiva lo había notado. Desde el primer día en el que lo noto mover sus caderas y luego solo sonreír con sus ojos perdiéndose en la pomposas de sus mejillas rosas, había lúcido tímido al principio pero cuando TaeHyung se quiso dar cuenta él ya lo tenía por completo, y Kim lo sabía, había caído en los encantos de su pequeño amigo desde el principio, enamorándose de la persona que era. Cayendo por esa dualidad engañosa que JiMin te mostraba, pero todavía así él solo se permitió llamarlo amigo.

Ya lo había dicho, estaba perdido por el chico de las mejillas pomposas y los ojos de luna. Entonces fue así que se permitió a sí mismo perder la cordura, cuando los pequeños y dulces dedos tomaron su piel, cuando le permitió susurrar en su oreja palabras calientes y luego ya estaba entre sus piernas siendo todo lo que él provocaba en su amigo.
Y a JiMin le encantaba, el echo de tenerlo así con tan solo un par de palabras suaves y un poco de toqueteo.

Ahora estaban así, mientras el pequeño se escondía entre sus piernas, TaeHyung no podía evitar tensar sus músculos, querer enterrarse por completo en la suave boca de JiMin. Deseaba sostener sus cabellos y tirar de él hacia abajo, disfrutar por completo la suavidad de los labios y el calor húmedo de la lengua que jugaba con su polla como si de un dulce se tratara, la paleta más deliciosa y tentadora que JiMin había probado.

—JiMin.. Sí –Gimió, tirando su cabeza hacia atrás sintiendo el leve golpe de la pared contra su cabeza. Sus húmedos cabellos pegándose en su frente y el cosquilleo en su garganta. Sus pies se hundieron en el colchón, tirando de las sábanas hasta abajo. Lo que menos quería era lastimar a JiMin, evitaba tirar de él o elevar sus caderas pero todo lo que sentía y escuchaba era tentador.

El chapoteo que salía de la boca de JiMin, los suaves jadeos y el pequeño ruido de succión cuando el mayor chupaba de la punta de su pene. Lo eran todo en ese momento, TaeHyung tenía todos sus sentidos en ello, su poca cordura evitaba que cometa una pequeña locura o simplemente que lastimara la suave garganta de JiMin, después de todo la necesitaba para trabajar.

—¿Se siente bien, tete? –Taehyung asintió como pudo, la pequeña mano de JiMin masturbaba su falo con fuerza, con rapidez.

Jimin volvió a atrapar la punta rosada en su boca, succionando solo la punta y cubriendo todo lo que podía con sus labios. TaeHyung sintió la dureza de sus dientes chocar con la punta, agradeciendo que sea cuidado.

Tal vez había sido pura tentación o tal vez ambos lo habían planeado, el echo era de que ninguno podía saber a la perfección cómo habían llegado a eso.
Sí, tal vez TaeHyung fue muy débil.
O, tal vez JiMin era mucho para él.

TaeHyung entonces lo hizo, su mano aterrizó en los cabellos del mayor y entonces elevando sus caderas y con un gemido alto se enterró hasta el fondo de la garganta del más bajo, sintió como llegaba al borde, colapsando todo dento de la boca de su mejor amigo. Y JiMin también lo sintió, como su garganta se secaba un poco y después un suave ardon antes de sentir algo nuevo, algo nunca había sentido, un gusto completamente desconocido en su paladar, algo pastoso acomodándose en su boca y bajando por su garganta.

JiMin nunca en su vida había chupado una polla, era atrevido, por supuesto, pero jamás había dejado que un pene entrase y derramara en su boca hasta ese momento y, tal vez, había encontrado algo con lo que podía entretenerse.

corregido: 21/ JULIO / 2O2O

pinky suction • 𝐕𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora