OO5

19.2K 1.7K 169
                                    

Algo molestaba en su rostro, un calor muy conocido golpeaba en sus ojos interrumpiendo lo que venía siendo el sueño más cómodo y satisfactorio de su vida. Quería moverse un poco, cubrirse e incluso levantarse a cerrar aquella cortina pero en ese momento estaba completamente sumiso en el mundo de los sueños, o algo así, y le gustaría quedarse un tiempo más así.

Estaba cómodo.
Estaban cómodos.

JiMin se sentía así, sentía que aquel lugar le pertenecía y por mucho que la pequeña voz en su cabeza negara todo él sabía que ya estaba perdido.

Mientras sus ojos permanecían cerrados, intentando ignorar los suaves rayos, sentía el calor del cuerpo más grande apoyado en su espalda. Como los brazos de Kim se aferraban a su cintura dejándolo sin escapatoria y el suave respirar dando soplidos finos en su nuca, de vez en cuando escuchaba un balbuceo muy común en TaeHyung, esos pequeños soniditos o palabras sueltas que solía decir mientras vagaba en sus sueños. A JiMin me gustaba estar así, no importa cuántas veces había despertado de la misma forma siempre se volvía a sentir como la primera vez. Aquellos nervios viajando por sus venas, su corazón latiendo con fuerza al caer en cuenta de la situación en la que estaban, como el deseo de permanecer así toda la tarde incrementaba con el conteo de las exaltaciones de TaeHyung. Siempre era de esa forma, tan encantadoramente aterrador y hermoso.

No tardó mucho en recordar todo lo de la noche anterior, su cuerpo tembló un poco arrinconándose más hacia el cuerpo de TaeHyung. Él lo sentía, como el pene de TaeHyung más despierto que el dueño chocaba entre sus nalgas desnudas. No sabía cuando TaeHyung había tenido la oportunidad de ponerse su ropa interior pero al parecer no pudo también vestirlo a él.

Entonces una ola de placer recorrió su cuerpo, pensando y repensando las situaciones que se habían formado la noche anterior, mientras inconscientemente se fregaba despacio sobre la erección de TaeHyung escuchando un canto de jadeos sobre su nuca. Y de repente unos cuantos besos descansaban sobre su cuello, las manos que antes lo apresaban contra el cuerpo más grande ahora descansaban sobre su vientre apretando su cuerpo hacia atrás, TaeHyung estaba despierto. Muy despierto.

TaeHyung tiró de él, haciendo que sus rostros ahora estén juntos, mientras colaba su pierna entre los muslos más gruesos y dejaba que sus manos exploren los rincones que JiMin le permitiera.
Jimin estaba tímido, sus mejillas de pronto estaban rojas y la idea de tener el rostro de TaeHyung tan cerca lo ponía nervioso. Habían hecho cosas peores que verse a los ojos, no podía entender su timidez repentina, pero tal vez él era así, no de hecho lo eran. JiMin es la persona más versátil que TaeHyung conocía, él podía ser un día tu mejor amigo y hablar de cientos de tabues como si hablar del agua se tratase, pero luego él estaría tímido en algunas situación. Siempre era así, incluso después de tantos años de amistad todavía lo era.

Los bracitos tímidos de JiMin se acomodaron en su cuello, mientras el rostro adormilado de TaeHyung se acercaba poco a poco hacia el suyo. Suspirando suavemente y con una de sus manos apretando su muslo giró levemente su rostro acariciando sus narices, TaeHyung tiró un poco más de él y cuando estuvo lo suficientemente cerca dejó que su cuerpo actuase por él.

Entonces se estaban besando.

Sus labios se unían a la perfección, tibios, un poco secos pero después de todo suaves. Así se sentían, en una nube suave, viajando en un mundo que parecía ser del color rosa, celestes, amarillos y tibios.

TaeHyung giró un poco más su rostro para profundizar el beso, entonces por fin ambos pares de labios volvieron a moverse al compás de la música inexistente que sus mentes crearon solo para ellos. Mientras se fundían en lo que era el beso más suave y adictivo que habían dado.

Corregida: 20/ AGOSTO /2O2O

pinky suction • 𝐕𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora