Me Salvaste La Vida

Hermana Unicornio

Narra __________:

-No! Como que a su casa? -dije- No quiero ser una carga.

-Y no lo serás, eres nuestra invitada de honor, tomalo asi.

-No crees que estoy loca? Por lo que me hice

-Me gustan los unicornios morados con pecas rosas.

Sonreí, él me ponía de buen humor, pero yo era demasiado orgullosa para aceptar.

-Vamos, ya he firmado tu alta, es hora de irnos. Si iremos a tu casa, para que pases por un poco de ropa, Sr Cheeto llega mañana por la noche.

-Lamento mucho que tengan que hospedar a una desconocida en su casa.

-Los amigos de mis amigos son mis amigos también... Y por lo visto, Cheeto te aprecia como si fueras su hermana.

-Si, algo así.

Pasó su mano por mi mejilla, como si quisiera notarme algo.

-Tienes fiebre.

-No, no no es fiebre... Te lo aseguro.

-Pero si estás ardiendo niña, ¿como no vas a tener fiebre?

-Es muy difícil de explicar.

-Puedes confiar en mí... Cuentame.

Le platiqué de mi enfermedad, y pareció conmoverse mucho, era la típica reacción de la gente cuando lo sabía. No era lástima, era ternura, deseo de ayudar, y por fin alguien aparte de Cheeto conocía mis motivos.

-Te prometo guardar el secreto -dijo tomando mi mano- Hermana unicornio. Vamos a la casa arcoiris.

Subimos a un taxi. Llegamos a su apartamento y escuché como Willy estaba grabando un episodio de Karmaland. Vegetta me hizo una señal para que no hiciera ruido, y me senté en el sofá. Cuando hubo terminado, vimos televisión, nada del otro mundo. Tenía órdenes de descansar y eso hacía.

Narra Vegetta:

Ella era una chica extraña, pero en el buen sentido, era única. Willy la miraba de una manera especial, y de pronto noté que yo también lo hacia; tenía una especie de aura que te impulsaba a protegerla, a cuidarla. Esos ojos llenos de tristeza no eran buenos consejeros, sólo ella sabía lo que era vivir así.

Narra Willyrex:

Recuerdo haberla seguido hasta que llegó al puente, todo sucedió tan rápido, que cuando se arrojó no pensé en nada más que no fuera ir tras ella. Todavía no comprendo, si fue instinto de salvar vidas, o era ella especialmente... Sólo ella.