CAPITULO 6

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-no volvéis a la fiesta?
Me giré en el banco y me encontré con aquella mirada penetrante de hace unos momentos, sikie estaba dormida y no tenía escapatoria, así que me limité a decir no con mi cabeza mientras me volvía a sentar bien.
-si quedareis aquí toda la noche? Puedo acompañaros?- le dije que si. Que más podía hacer, no le iba a mandar a la mierda.

La música seguía soñando y aunque no me gustaba admitirlo me sentía tranquila en ese momento.
Su olor a café hacía que mis entidos se adormecieran y empezara a acomodarme en el banco. Él pareció notarlo ya que este sonrió.
-te gusta mi olor?
-aunque lo odie admitir... si-dije un poco avergonzada.
-tú también hueles bien...-dicho esto él se levantó y se puso delante de mi. Se agachó un poco y empezó a oler mi cuello.
-me encanta como hueles.-
Me estaba poniendo nerviosa y di un pequeño jadeo cuando este paso su lengua por mis clavículas.
-como dije la última vez... quiero tu olor en mi-esto último me lo dijo en la oreja haciéndome jadear.

Cuando se separó me miro a los ojos y pude ver sus pupilas dilatadas y los colmillos acechándo por salir.

-nos veremos pronto.-dicho esto, se largo.

¿Que quería decir con eso? Nuestros distritos están muy alejados en uno del otro, muy raro sería volver a verle.

Pasaron unos 20 minutos cuando una llamada de mi abuelo me alejó de mí ensoñacion, apague la música y respondí.
-si?...aha....valeee.... chao...-
Desperté a sikie y nos fuimos hacia el hotel.
Mi abuelo me llamas para decirme que alguien quería hablar con migó.

Llegamos después de 5 minutos en coche.
Cuando entramos al hall estaba mi abuelo junto con el padre de sikie esperandonos, a su lado, el jefe del distrito 1. ¿Que hacia ese señor ahí?, solo quería dormir.
-buenas noches chae.- habló el gran leon en la sala, su voz grave me quitó todo el sueño de golpe.
-b-buenas noches.- porque me pongo nerviosa?
-vengo a darte la enhorabuena personalmente.- yo solo pude asentir y sonreír, no creía que fuera para tanto gobernar dos distritos, seguro y estaba resentido porque no gano el. El orgullo de un leon supongo.
-porque no vais a comer algo?, seguro tenéis hambre.-
-mmmmm vaaaale.-
Sikie y yo fuimos a la cafetería del hotel la cual estaba vacía, los empleados ya se fueron.
Nos sentamos en una mesa y no nos dimos cuenta de que alguien se puso detrás de nosotras dejándonos sin escapatoria.
Cuando nos giramos lo único que lleve a ver fue dos pares de ojos rojos mirándonos fijamente.

Nunca hubiera pensado que se quedarían en el mismo hotel.

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