05

10.7K 1.3K 146
                                    

Eran pasadas de las seis de la mañana, TaeHyung estaba completamente dormido, por lo que supuso que no iría a la escuela por lo que resta del celo. Bajó a hablar con SeokJin de la idea que vagaba por su mente desde que despertó con el menor entre sus brazos y una de sus manos acunando su mejilla. No quería ir a la escuela y dejarlo solo, había varias razones para ello. Principalmente era que deseaba pasar tiempo con TaeHyung, todo en él se lo pedía a gritos. Salió de la casa en pijama para llevar a su primo hasta su escuela.  

— Pórtate bien con TaeHyung —le pidió amablemente, preocupado por lo que podría pasar si él no estaba. Conocía de sobra a su primo, no temía que la parte lobuna tomará el control, YoonGi era de las pocas personas capaces de suprimir los instintos de su lobo y tomar decisiones racionalmente. El problema era su personalidad, no solía tener tacto al hablar y hería los sentimientos de las personas por accidente.

— ¿A qué te refieres? —elevó una ceja y le miró de soslayo.

— Ya sabes, a veces eres un bruto y no te das cuenta —explicó con calma. SeokJin desconocía el gran cambio en el alfa al estar junto al castaño e incluso si decía algo que podía tomarse a mal, TaeHyung sabía de sus modos y le parecía divertido.

— No te preocupes por eso, no podría dañarlo —dio un par de palmaditas torpes en el muslo ajeno en un torpe intento de tranquilizarlo— ¿No confías en mí? —lo molestó picando sus costillas con insistencia.

Asintió en respuesta a pesar de que probablemente su primo no podía verlo. En ese preciso instante cayó en cuenta de todos los cambios del alfa desde que TaeHyung entró a su vida, parecía más libre en su mente y abierto al contacto físico. Y tenía razón, TaeHyung logró que YoonGi dejara de cavar en el agujero en el que estaba encerrado, le motivó a salir de ahí y lo esperó con los brazos abiertos. El resto del recorrido siguieron en silencio con la música apenas perceptible de fondo.

— Olvidé darle a TaeHyung un frasco con supresores, lo dejé en la barra y también... —faltaban un par de cuadras para llegar a la preparatoria del omega, no entendía por qué empezó a sacar cosas de su mochila. Tenía algo entre las manos y parecía no tener intenciones de mostrarle qué era hasta que llegaron. Se estacionó a un par de metros de distancia y su primo giró hacia él—. Ten, no me importa si los usas o no, pero de verdad prefiero ayudarte a evitar problemas —explicó mientras le entregaba una cajita con condones.

— Gracias, tonto.

SeokJin se quedó pasmado cuando su primo se inclinó hacia él y lo envolvió en un extraño abrazo por la posición. Las veces en las que se han abrazado las puede contar con los dedos de sus manos, no era algo común entre ellos, con torpeza le correspondió por un par de segundos y se separó para entrar de una vez a clases o le dejarían afuera. La sonrisa que se dedicaron antes de marcharse le hizo sentir su pecho cálido.

Condujo con dirección a su casa, entonces recordó que debían avisar a la escuela la ausencia del omega para que le envíen las tareas por correo y no se quede rezagado, también aprovecharía para preguntar si él podría hacer lo mismo. Se desvió, era temprano todavía por lo que esperaba que la secretaría de su grado no estuviera muy ocupada. Nunca había tratado con ella, pero por lo que decían era un ángel de persona y lo confirmó por la sonrisa amable y actitud de servicio con la que la beta lo recibió. Explicó la situación y ella enseguida tramitó el justificante.

— ¿Tú estarás con TaeHyung? —preguntó releyendo el nombre en el papel impreso. YoonGi asintió—. Intentaré sacarte un justificante también, dame unos minutos —ni siquiera había tenido que pedirle nada, la miró teclear y llamar a alguien. Cuando escuchó a la impresora sonrió satisfecho —. Aquí tienes, recuerda que lo tienen que mostrar a sus maestros cuando vuelvan.

Celo fuera de casa (YoonTae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora