MICRORRELATO 1: PESADILLA

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El hombre despertó con la respiración entrecortada y el pulso acelerado. Una vez se calmó, se preparó para asistir al trabajo. De mala gana tomó su saco y maletín antes de salir del apartamento rumbo a la oficina.

          —Buenos días, llegaste temprano hoy.

          No contestó, cogió su asiento y comenzó sus tareas. Transacciones bancarias, correcciones, facturas y llamadas telefónicas constituyeron su labor. Con el atardecer, llegó el fin de la jornada. Recogió sus pertenencias y volvió a su casa. En la puerta de su hogar se detuvo un momento al esbozar una leve sonrisa vacía. Una vez dentro, se dirigió al dormitorio.

          —¿Por qué si abro los ojos la pesadilla continúa? —susurró cabizbajo, mirando fijamente su cama.

          Se recostó, cerró los ojos y deseó vivir... aunque fuera solo un sueño.

MICRORRELATOS OSCUROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora