MICRORRELATO 4: EL BANQUETE

212 23 35
                                    


Hay muchas ventajas y desventajas al ser criado por padres vegetarianos, buenos vegetarianos he de subrayar, no de esos que por desconocimiento casi matan el movimiento con sus desatinos... 

          No, mis padres eran sanos y fuertes. Durante mi desarrollo, admito que no padecí de la ola de obesidad que enfrentaron otros niños, pero tampoco pude disfrutar de las deliciosas porquerías que otros comían; no obstante, sí que me arrasó la clásica marea de comentarios hirientes y burlones. He de retomar que a aquellos antojos les llamo "porquerías" porque crecí para ver esos alimentos como la basura que son en realidad; verán, me gusta pensar que soy un atinado sibarita, solo escogiendo los mejores productos; mis padres eran buenos cocineros y supieron siempre elegir con prodigio sus ingredientes. Yo aprendí de ellos. Pero ellos no sabían nada en cuanto a elegir carne; y confieso que yo tampoco; hace apenas algunos años fue que comencé a investigar. Admito, sin embargo, que siempre quise probar la carne, pero por la fuerte filosofía de mis padres nunca me atreví. No obstante, hoy será el día en que por fin lo haga; elegí los mejores ingredientes, tal como ellos me enseñaron. Luego de años investigando los horrores con los que algunos producen tan aclamado producto, por fin escogí la carne de la más alta calidad, aquella que será la primera que haya de probar y disfrutar. Carne que no proviene de granjas decadentes, carne que no proviene de animales enfermos.

           Le di muchas vueltas a lo largo de los años, pero sé que mi decisión fue y es la correcta. Solo tengo lo mejor de lo mejor en mi mesa, incluidos mis padres, que apuesto serán el banquete de mi vida.

MICRORRELATOS OSCUROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora