Una chica común y corriente llamada ______ es transportada misteriosamente al mundo de su programa favorito: ¡Miraculous Ladybug! Ella entrará en hype, gritará de alegría y mucho más, también se convertirá en amiga de los personajes. Se pone un poco...
—Miraculous, lo más genial. A resolver lo que anda mal~— canté mientras dibujaba desde mi balcón. Había instalado una mesa pequeña con una silla para estar más cómoda.
—Y listo— hablé admirando el dibujo que había hecho de la vista que tenía desde mi balcón. —Huh, quiero un reto. ¡Iré a dibujar la catedral de Notre Dame!— Exclamé por mi idea.
Alisté todo lo que iba a necesitar, le avisé a mi mamá y partí. Al llegar frente a la catedral, me alejé un poco para tener un rango de visión amplio.
Justo cuando iba a presionar la punta del lápiz en la hoja de mi cuaderno, mi celular sonó. (Ugh, ¿por qué?) Pregunté con el ceño fruncido y vi quién era.
—¿Ricarda? Ugh— gruñí. —¿Qué querrá? Nunca antes me había llamado— murmuré y contesté la llamada. —Hola Ri, ¿cómo estás?
—¡______! Muy bien, gracias. ¿Y tú?
—Igual, a punto de comenzar un dibujo.
—Oh genial, bueno, te llamaba para contarte que...
—¿Si?
—Por mi cumpleaños... ¡Me iré a París!— Gritó emocionada.
Me dio un tic en el ojo mientras fruncía el ceño. (¿En serio me llamó solo para eso?).
—Wow, ¡que gran regalo! No sabes cuanto te envidio— mentí con una sonrisa viendo la hermosa catedral que tenía enfrente.
—¡Lo sé, está en tu derecho!— Festejó con una risa leve, que estoy casi segura que era más burlona que de felicidad.
—Felicidades, te lo mereces— rodé mis ojos. De pronto, recibí otra llamada. —Oh, espera Ricarda, alguien más me está llamando.
—Está bien, te espero.
Me fijé en quién era la otra persona que me estaba llamando, y sonreí al ver que era Marinette. Se me ocurrió una idea y sonreí malignamente.
—De hecho, ¿Ricarda? Pondré la llamada para que ambas escuchemos, es una amiga a la que te quiero presentar— dije sin dejar de sonreír casi como psicópata.
—Oh, bueno. Mejor si le gusta Miraculous Ladybug, ya que es nuestro tema de conversación— respondió la chica, restándole importancia.
Contesté la llamada de Marinette y puse mi plan en acción.