Una chica común y corriente llamada ______ es transportada misteriosamente al mundo de su programa favorito: ¡Miraculous Ladybug! Ella entrará en hype, gritará de alegría y mucho más, también se convertirá en amiga de los personajes. Se pone un poco...
—¡Que genial! ¡Nuevo capítulo de Miraculous Ladybug!— Grité susurrando para no despertar a mi mamá, quien se encontraba en la otra habitación.
Ya habían pasado casi dos meses desde el último capítulo estrenado y mis ansias me carcomían por dentro. Estaba en mi cama, debajo de las sabanas con una bolsa grande de papas fritas. Oh si, eran altas horas en la madrugada, ya que el capítulo se estrenaría en Francia, pero aquí estoy, como toda una verdadera fan.
Con forme iba pasando el capítulo, no dejaba de gritar con mi almohada en mi cara, fue todo lo que se me ocurrió para que mis gritos de emoción no se oyeran hasta la tienda del chino de la esquina :v
De repente, mi puerta se abrió. —¡______!— Era la voz de mi madre, que poseía un tono cansado e irritado a la vez. —¡Apaga ya tu laptop y ve a dormir que después no te vas a querer levantar!— Seguido a ese regaño, cerró mi puerta somatándola en el proceso.
Suspiré y apagué mi computadora, la dejé en mi escritorio y me dirigí a mi cama nuevamente.
—Creo que tendré que esperar hasta mañana, nooooooohooo— hice un mini berrinche y me quedé profundamente dormida.
A la mañana siguiente, sentí como los rayos del sol me pegaban en la cara, así que hice una mueca de disgusto y abrí mis ojos, parpadeé varias veces hasta que me percaté de que algo estaba mal. Entonces me levanté de un salto. —¡¿E-en dónde carajos estoy?!— Exclamé alarmada, ya que las paredes eran de un (tu color favorito) pastel con blanco, y además no pude ignorar el hecho que habían cajas cerradas por todo el lugar, como si alguien se estuviese mudando.
—______, ¿ya te despertaste? Ven a desayunar y termina de desempacar— habló mi mamá fuera de mi puerta.
—¡¿WHAT THE-?! ¡Mamá!— Salí de mi cuarto. —¿Dónde estamos? ¿Por qué estoy en un cuarto diferente al mío?— Pregunté sin más. Estaba completamente confundida, era obvio que se notaba en mi tono de voz.