Deux

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Dedicado a Conitxs.

Camino con cierta desesperación por el pasillo, claramente moviendo mis piernas con velocidad. Llevaba la ropa bastante mal acomodada; mi pantalón de vestir ajustado a la cintura, mis zapatos con algo de tacón y mi camisa que, habiendo sido la última prenda en ponerme, estaba arrugada y mal abotonada. Mis cabellos también eran un desastre, y tampoco me había preocupado por usar más labial, el cual Taehyung se había encargado de quitar minutos atrás. Estaba tan enfocada en la palabra "urgente" de Namjoon que hice caso omiso a todo lo demás.

Alcanzo la oficina del susodicho e ingreso sin más rodeos. Suelto un suspiro al ver al otro castaño acariciar sus hombros y susurrar en su oído. Carraspeo para que ambos noten mi presencia.

—Te has tardado demasiado.— Namjoon declara.

—No te ves desesperado.— Contesto con cierto despecho. —No parece ser tan urgente.— Fulmino con la mirada al castaño a su lado.

—Gusto en verte, Helen.— Sonríe levemente, aun acariciando a Namjoon.

—Seok Jin.— Respondo sin empatía.

—No has cambiado nada.— Me escanea completa con sus enormes ojos asiáticos. —Una extranjera jamás pierde esa peculiaridad.

—No vine a perder el tiempo.— Escupo ignorando por completo sus absurdos balbuceos. —¿Podrías dejarme a solas con tu novio? Traquilo, no tienes por qué celarme.— Su rostro se desfigura al verme y posteriormente sonríe de nuevo para besar a Namjoon.

Susurra algunas cosas que tampoco quería saber pero suponía eran eróticas por el rostro de placer del de pelo grisáceo y camina con determinación hacia la salida. Una vez que oigo a mis espaldas la puerta cerrarse, relajo mi cuerpo por completo.

Kim me mira. —¿Acaso no tienes respeto por él? ¿Siquiera por mí?— Ahora se muestra malhumorado.

Arrugo el entrecejo. —¿Acaso tú lo tuviste por mí?— Me auto-señalo con despecho. —Hoy es mi aniversario, Namjoon. Y me interrumpiste. Y estoy aquí ahora.— Elevo la voz con persistencia.

Me mira con sus ojos rasgados, con aquella mirada tan profunda que tiene y posteriormente suspira. —Helen, sé que es un día especial para ti.— Hace una mueca con los labios. —Pero también sé que por ser extranjera nuestros superiores jamás tomaron en serio tu trabajo, y que a pesar de estar preparada para salir a la calle y hacer justicia, nunca te consideraron para ello.

—¿Algo más que no sepa?— Respondo con irritación, pues todo lo que había dicho era cierto.

—Nuestros superiores lo han permitido.— Realiza una pausa para sonreír y quedó atónita. —Acaba de ocurrir otro asesinato hace dos horas, en Hongdae.

—¿Es en serio?— Una amplia sonrisa se dibuja en mi rostro.

—Es un caso muy complejo, Helen. Ningún detective u policía ha decidido continuar su investigación por el nivel de dificultades que se presentan al hacerlo. Quieren ponerte a prueba, y qué mejor forma que dejándote a cargo del caso más complicado de todo Seoul.

—No me importa.— Declaro con determinación. —Demostraré que puedo hacerlo.

—No será fácil, Helen.— Se acomoda en su asiento. —Me han autorizado para ser tu acompañante, para ayudarte. Pero nos llevara tiempo, pues el responsable de este crimen es mucho más que un simple asesino casual.

—Está bien. Lidiaré con ello.

—Nos esperan en la escena del crimen. Cerraron el hotel donde una mujer de veintidós años se hospedaba y apareció muerta hace dos horas atrás. Quieren que vayamos a investigar y que comencemos con la misión.

—Bien, vamos por el auto.

...

El edificio estaba cercado por cintas amarillas, alrededor múltiples patrullas y una ambulancia que ya de nada servía. Los forenses tomando fotografías dentro de la habitación donde la tragedia había ocurrido, y tomando muestras de cada detalle presente. El cuerpo, por supuesto, había sido removido para su autopsia una vez comprobada la falta de vitalidad en la mujer. Pronto recibiríamos las respuestas.

Camino por la zona, intentando no pisar los trozos de vidrio presentes allí, los cuales evidenciaban una previa lucha entre el asesino y la víctima, esta última talvés haciéndolo para no morir. Sangre por todos lados, demasiada como para poder evitarla con mis pies.

— Dios mío.— Pronuncia Namjoon con la respiración entrecortada. -Cómo se puede ser tan descarado.

— La mente criminal es tan siniestra que las personas cuerdas no somos capaces de comprenderla.— Declaro con suma seriedad acercándome a uno de los forenses, quien estaba con guantes puestos y un hisopo palpando una muestra del líquido rojizo. — Disculpe, policía.— Enseñó mi insignia y el hombre asiente. — Necesito que me cuente todo lo que sepa respecto a esto, lo antes posible.

— Los resultados de la autopsia ya han sido concluidos. He recibido dicha información minutos atrás.—  Declara soltando un suspiro. — La mujer murió descuartizada. Primero ahorcada, y posteriormente, creemos que por morbo del propio asesino, su cuerpo fue descuartizado. Las marcas en su cuello y las partes de su cuerpo comprueban dichos datos.

— Válgame Dios. — Namjoon parecía no poder soportar dichas palabras.

—Muchas gracias por su contribución. — Me inclino en forma de reverencia. — Continuaremos investigando.

Me alejo del hombre, camino con Namjoon por la escena con aun más lentitud. Observo mis alrededores, intentando no perderme de ningún detalle. Evidentemente había sido una pelea dura. Me percato del vidrio del espejo, completamente roto, y las muestras se sangre incrustadas en las rajaduras. Miro mi reflejo, claramente distorcionado. Luego veo los objetos sobre la mesa de noche, el bolso de la chica, acharolado y de color carmín. Me acerco y me pongo guantes, lo tomo con suma delicadeza mientras que Kim me observa en silencio. Hurgo en su interior, encuentro cosas típicas; un labial vino tinto, un espejo de bolsillo, preservativos y la billetera. Tomo este último objeto y lo inspecciono con mayor rigurosidad. Quinientos dólares y el documento de la víctima.

"Park SunHee, 22 años. Nacionalidad surcoreana."

— Evidentemente esta persona no intentaba robar. — Me dirijo con la mirada a Nam. — Dentro de la billetera de la mujer, yace una importante cantidad de dinero.

— Dinero no es lo que quiere.

— Quiere jugar, divertirse. — Amplío los ojos. — Esta persona mata por diversión.

<<Talvés por placer, querida Helen.>>

• KILLER • (J.JK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora