12. Confianza

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Tenten cubrió su rostro con manos temblorosas, la información que Neji acababa de revelarle la superó en mucho sentidos. Una fuente inquietante de emociones se acumulaban en su pecho, desbordándose por momentos. Neji  esperó en silencio, procesando lo que sucedía; consciente, por una vez, de que se abría paso a reales posibilidades. No estaba cegado por la ira, ni celos, ni confusión; menos paralizado por el miedo. Por primera vez supo que quería claramente y ahora dio sus primeros pasos a la acción. 

No había marcha atrás.

Entonces Tenten comenzó a reír mientras su cabeza negaba. Neji la observó con curiosidad, fue inevitable que le contagiara la hilaridad. Ambos rieron mientras se miraban y Tenten nunca tuvo algo tan claro: él la amaba, Neji la amaba.

Fue suficiente. Porque ella también lo amaba.

Su corazón latía frenético, lleno de una grata exaltación. No había lugar para el miedo y la inseguridad. Ya no eran los mismos, las barreras que construyeron se desplomaron, hizo falta un empujón, que por minúsculo significó un gran hito para ellos. Tenten dejó correr sus lágrimas, tenía un nudo en la garganta que por mucho tiempo demandó liberar la carga sentimental, su lado racional la incitaba a recomponerse y mantener la compostura. Ahora a ella le importaba poco que la viera vulnerable, ella podía confiarle el alma sin pensarlo dos veces. 

Ahora, la razón podía quemarse en el infierno si no la ayudaba a encontrar las palabras indicadas. No necesitaba comprender la sensación que la acompañó por tanto tiempo, tan inmadura como nació había crecido para madurar justo allí, con ellos. Tenten decidió abrazar ese manojo de oportunidades, que era lo que era y lo dejaría ser. El alivio de la liberación fue un dolor necesario, como si curaran las heridas de una caída con alcohol; ardía al principio, pero luego el dolor era reemplazado con una bandita, la herida sanaba y la piel quedaba renovada con el tiempo, dejando el rastro de una cicatriz que le recordaría la fragilidad del estado de cosas. 

Acarició las manos del hombre que la sostenía; dejó de negarse a eso que siempre quiso y la electricidad se desató como una descarga desenfrenada.

—Ya no llores, por favor— Neji le dedicó una mirada inexplicablemente sanadora.

—No puedo evitarlo...

—No tenías idea.

—Somos unos tontos.

—Y que lo menciones —ambos rieron.

—Lección aprendida, si llevas al chico que te gusta a un concierto y él te besa, habla de tus sentimientos.

—Es cierto que pudimos evitar algo así. Pero míralo bajo esta perspectiva Tenten, esta será una gran historia para nuestros hijos —tan pronto como él lo dijo las mejillas de la castaña se tiñeron de un rojo intenso.

—¡Neji! —él la atrajo lo suficiente para robarle un beso rápido. Ella quedó fuera de línea por unos segundos. 

La expresión de Neji se tornó seria.

—Tenten, en la casa de Tobirama... —ella enarcó una ceja inquisitiva —Tú mencionaste algo, que tú no lo habías hecho— ella espero unos segundos —No mencionaste qué.

—Ese desastre de la noche fatal, yo grabé ese video no hay forma de negarlo, pero... —se quedó en silencio, recordando. Sintió amargo antes de hablar, ella sintió quebrarse por unos segundos, la frustración, humillación e indignación estaban ardiendo vivos ante la deficiencia de sus recuerdos. La preocupación de Neji se vislumbraba en todos sus ángulos. Ella le comenzó a narrar los hechos.

Abrió los ojos con dificultad, algunas voces se escuchaban alrededor. Ella no podía reconocer su entorno. Poco a poco las imágenes se aclararon. Reconoció a Rock Lee, Gaara y Sakura.

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⏰ Última actualización: Mar 10 ⏰

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Accidental |NejiTen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora