Con el equipaje dentro de la habitación y Jidanda correteando a un gato por los corredores Tenten por fin se dejó caer sobre la cama. Cubrió su rostro sin terminar de asimilar lo sucedido en las últimas horas. Después de todo, la actitud de Neji fue inesperadamente conciliadora. Tenten quiso pensar que no todo se había perdido, esbozó una sonrisa al recordar la cómo Kiba alguna vez los libró de la prisión... cuando todo era perfecto; de forma irónica, dicha ocasión marcó el preludio de su decadencia, fue tan solo el ojo de su tormenta...
Con un suspiro pesado dejó de lado los recuerdos, de nada servía concentrarse en ese pasado dadas las circunstancias; que ella y Neji no pelearan ahora no significaba que todo estaba olvidado. Neji no hizo más que extender cortesía básica al llevarla hasta la casa como invitada que era y a ella le servía recordarlo.
No lo vio desde que llegaron a la casa, lo último que recordaba fue contestar la llamada de Utakata y encontrar a Konohamaru cargando su equipaje, del Hyuga no había ni rastro. Lo que fue genial porque la llamada no fue digna de una jovencita reconocida por su fina elocuencia. Que Utakata Uchiha decidiera hacer demasiadas preguntas la llevó al límite de su paciencia; aunque al final llegaron a un arreglo que satisfizo sus desacuerdos, Tenten todavía tenía trabajo acumulándose en el buzón de su correo.
Eso la regresó a su presente.
Aunque apreciaba la comodidad del edredón en que yacía tendida, Tenten no se sentía contenta encerrada en la habitación cuando aún quedaban horas de luz, unos minutos al aire libre le brindarían la serenidad de la que carecía. Se levantó con un optimismo renovado, su celular vibró, ella lo revisó y gruñó de impotencia al encontrar el buzón reventando en notificaciones del trabajo. Lanzó el teléfono a la cama y se dispuso a salir, pero pronto recordó que esperaba las llamadas de Shikamaru y Sakura. Bufó con el orgullo herido y regresó por el aparato antes de salir de la habitación.
Estaba cerca de los establos cuando el alma de la prosapia Hyuga la interceptó con energía.
—¡Tenten!
— Hanabi — Tenten apenas pudo responder antes de que la pequeña ya no tan pequeña de los Hyuga la dejara sin aire al abrazarla.
— ¿¡Cómo!? ¿¡Cuándo llegaste? —inquirió Hanabi liberándola del abrazo.
—Hace hora, creo.
— ¿Cómo te fue? Oye tenemos mucho de qué hablar —suspiró con agotamiento —. Sabes, tuve que huir de la mansión, allá todo es un desastre, las bodas son un fastidio, uno necesario.
—Ya me imagino todo el revuelo, ¿Cómo le ha caído la idea de la boda a tus padres? Porque a ti te veo contenta.
—Mamá está emocionada, es muy tradicional nada es complicado; en cambio el viejo está sentimental, sus arrugas son testigo de que nada es para siempre.
Tenten entornó los ojos con un brillo de diversión
—No has cambiado nada, Hanabi—la ojiperla rio despreocupada.
— Aunque no lo creas, han cambiado muchas cosas, te contaré todo durante la cena. Ahora estoy yendo a los distritos a traer provisiones, con todo el bombo de la boda dejaron la cava completamente vacía... ni te digo lo de la alacena..
—Está bien, nos vemos en la cena. No te preocupes por la cava, traje un buen vino, cortesía de los Uchiha.
—¿Una bebida de Uchiha? Tenten...¡Gracias al cielo estás aquí! — Hanabi volvió abrazarla mientras se despedían, Tenten correspondió con afecto, saber que aún era bienvenida resultaba reconfortante.

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Accidental |NejiTen|
Fiksi PenggemarUn escandaloso pasado, una separación inevitable y un involuntario reencuentro que reavivará tanto la llama como la herida, nada acabó bien para los dos... Los accidentes pasan ¿Verdad? Tal vez esto no fue un accidente.