Accidental |NejiTen|

8. Melancolía y Distancia

Tenten contempló la casa de los Hyuga a la distancia advirtiendo que las cosas estaban cerca de terminar, en el transcurso de la caminata los temas de conversación fueron simples, no los llevaban a ningún lado y ella lo hizo a propósito, frustrando los intentos de Neji de reconectar como lo hicieron en el pasado. Tenían una conversación pendiente, ella lo sabía, pero prefería estar tranquila y segura de que llegarían a algún lado, pero incluso a ella le costaba dar explicaciones. Si tan solo él la hubiera escuchado ese día... pero ella se equivocó dolorosamente al pensar que tenían una oportunidad.

Después de tantos aplausos y felicitaciones, se hizo una brevísima celebración por los récords de venta y cada quien volvió a sus ocupaciones. Poco después, al terminar una junta de rutina Utakata la tomó por sorpresa interceptándola con un ramo de rosas. Ella sonrió con extrañeza, la atención de todos los que aún estaban presentes se concentró en ambos. La vergüenza y la confusión fueron claras, enrojeció de forma violenta ¿seguían celebrando el éxito de la nueva edición?

—¿Y esto?— inquirió con una sonrisa suave, nada en el ambiente la preparó para lo que sucedería después.

— Es difícil explicarlo con palabras estando aquí... —Utakata la observó con un brillo conocido, inquietante, levantó el mentó de Tenten y sin pausas unió sus labios.

Algo dentro del cuadro se quebró, ella no supo reaccionar, cuando intentó alejarse él, este la retuvo en su lugar aferrándola para sí. Ella dio un paso hacia atrás y al fin la soltó, todos aplaudieron y silbaron emocionados, pero Tenten no entendía que celebraban, las lágrimas  se apuraron a sus ojos y la rabia le quemó la garganta. Estaba indignada, como si fuera el centro de un estúpido espectáculo. Dejó las rosas en algún lugar. Se dirigió a la salida rompiendo con el tono del ambiente, si ella estaba mal entonces todos debían sentirlo, especialmente Utakata.

Tal vez irse en silencio era lo mejor, pero luego se giró sabiendo qué era lo que realmente quería.

Ella había  disparando un menudo puñetazo contra Utakata, dejándolo desencajado. Los ojos de Tenten ojos ardían llenos de amargura. Todo fue silencio y susurros desconcertados .

—No soy una herramienta — Utakata no alcanzó a responder, pues ella ya había salido de la sala.

—Tenten, espera —Utakata la llamó, ella caminó hasta su oficina con más rapidez, él entró tras ella.

—No te comprendo Utakata, no entiendo qué pretendes...

—¿Qué es lo que no puedes entender? Te quiero.

—No puedes sentir nada por mí...— ella contraatacó, la expresión de Utakata se tornó sombría.

—¿Qué te haría decir algo como eso? ¿Quién?— Tenten solo negó con la cabeza sin poder creerlo.

—Te comportas como un dictador todo el tiempo, en más de una ocasión has atacado mi lugar aquí y cuando llega el primer éxito considerable para mí en la revista y ¡oh sorpresa! ¡te enamoraste! ¿de mí?, ¿por qué montar un espectáculo así? Me besaste sin mi consentimiento, me exhibiste al resto montando un show en medio de la oficina, sabes que el renombre es todo aquí, ¿tienes idea de lo mal que me puede ir por simples rumores? ¿por qué lo harías? Ahora mi esfuerzo se redujo a ser tu interés amoroso...

—Lo siento, yo... sé que no fui el mejor colega en un inicio, pero has tenido más éxito que ninguno en el tiempo que llevas aquí, sé que puedes llegar más lejos si te concentras, no eres nada conocida aún, quise ayudarte a serlo sí, pero no quise arruinar tu nombre, al contrario...