BEAUTY AND THE BEAST.

CAPITULO 1: Ese chico misterioso.

Me levanto como cada mañana para ir al instituto y ya oigo a mi madre gritar que me apresure para ir a desayunar.

-¡Sara Grace Ross! Baja ya o llegarás tarde al instituto -me dice gritando desde la cocina.

-Vale vale, ya voy- le chillo yo de vuelta. Hoy hay algo diferente en el ambiente, como si algo hubiera cambiado. No sabría explicar que ocurre pero tengo la terrible sensación de que este no sería mi día, tengo la sensación de que algo iba a ocurrir...

Intento no darle muchas vueltas a mis paranoias y centrarme en prepararme para el instituto.

Me pongo unos vaqueros ceñidos y una sudadera, y cojo mi mochila para bajar a desayunar.

Me tomo el vaso de leche rápido y mi madre me acerca al instituto en coche.

Al llegar a clase me encuentro con mis amigas y las saludo, mientras nos dirigimos hacia las tres horas de clase que nos esperan.

Cuando acaban esas tres horas infernales, nos disponemos a salir al recreo. Mi amiga Laurel se acerca a mi sonriente.

-Hey Sara, ahora nos vamos todos a mi casa, a estar un rato hablando y eso antes de volver a clase. ¿Te vienes no?

-Sí, claro. Pero antes tengo que ir a la papelería a comprar el libro que ha dicho la profesora de sociales, porque no me dará tiempo a comprarlo esta tarde...

-Oh, pues te acompaño.

-No no, en serio, id a tu casa y os alcanzaré en menos de 10 minutos- la verdad que no quería estar con nadie. Esa sensación rara aun seguía ahí.

-Bueno, está bien. Te esperamos allí- me dice despidiéndose con la mano.

Salgo del instituto para ir en dirección a la papelería. Cruzo varias calles hasta llegar a un callejón especialmente alejado y solitario. No me gustan los sitios así pero no me queda más remedio que tomar este atajo si quiero llegar a casa de Laurel antes de que se acabe el recreo.

Apresuro mi paso por aquel lugar haciendo sonar mis pies más de lo que querría. Maldigo mi suerte cuando una de las asas de mi mochila se rompe y esta cae al suelo. Me agacho a limpiarla e intentar arreglarla cuando una presencia se presenta ante mí.

-Bonita, ¿Qué haces por aquí sola?- me dice acercándose mucho.

-Eh...- intento retroceder pero mi espalda choca contra una pared de ladrillo dura y fría- Me tengo que ir...

-¿Por qué? Si acabamos de conocernos...- este tipo era mayor, unos 40. Tenía aspecto de drogadicto y era intimidante.

-Hablo en serio, yo me tengo que ir...- al intentar salir de su alcance me estampa con fuerza contra la pared y se acerca aun más.

-Es una pena, ver una cara tan bonita y tener que destrozarla...-dijo casi cantando a la vez que sacaba un cuchillo. Ahogo un grito y me pone el cuchillo pegado al cuello y al instante me callo.

-Tranquila, de todas formas nadie te oirá gritar...

Lentamente comienza a pasar el cuchillo sobre mi cuello haciendo un corte que es doloroso, pero espero que no mortal.

-¡Por favor pare!- grito llorando del dolor y miedo.

De repente, veo como algo o alguien se abalanza sobre aquel hombre y lo lanza al suelo. Yo mientras me deslizo por la pared hasta quedar sobre mis rodillas tapándome la cara con las manos. Unos minutos después, unas manos intentan levantarme pero me resisto. Me levanto rápidamente y me alejo, aun con miedo y lagrimas en los ojos.

-Tranquila, yo no te voy a hacer daño- me dice un chico moreno en la distancia.

-No te creo...Déjame en paz -digo cortante pero con la voz débil.

-¿En serio? Porque creo que acabo de salvarte la vida niña- dice burlándose de mí.

-No, lo tenía todo controlado...

-Ya claro...y por eso tienes un corte enorme en el cuello que no para de sangrar.

Me toco el cuello con la punta de los dedos y hago una mueca de dolor.

-No tiene muy buena pinta...Ven a mi casa y te curaré- dice convencido.

-¿Qué? Ni lo sueñes.

-Oh bien, pues entonces desángrate hasta desmayarte...- hace ademan de alejarse.

-¡Espera! Está bien, iré contigo.

Recojo mi mochila rota del suelo y me dispongo a seguirle, con el corazón latiendo a mil por hora y aún con miedo de que ese chico misterioso haya sido la razón de mis paranoias durante todo el día.