BEAUTY AND THE BEAST.

CAPITULO 11:Él...es mi padre.

<<Y lo que dijo Vincent es cierto, ya me han dado de alta y estoy llegando a casa. Cuando llego, subo a mi habitación para tumbarme en la cama y descansar. Entro en mi cuarto y hay un olor diferente...como a rosas blancas, las que siempre me han encantado. Y entonces veo dos rosas blancas sobre mi cama con una tarjetita. Cuando la abro veo sangre y más sangre, y la nota dice: Pronto, esta sangre será la tuya>>...

Me despierto empapada en sudor en mi cama. Ha sido una pesadilla, nada más. Tranquilidad. Creo que esto me está afectando más de lo que pensaba, pero si creen que me voy a rendir, lo llevan claro...

Ya es por la mañana y apenas he dormido por las pesadillas. Tengo cara de zombi, con ojeras que me llegan hasta los pies y un color horrible en la piel. Cuando mi madre me ve se asusta un poco, y para no hacerlo viendo mi cara, parezco un fantasma...

-Sara, creo que has pillado algo, ¿tienes fiebre? ¿Te sientes mal?-me dice poniéndome una mano en la frente y yo me alejo, ya que no se me olvida quien es ella.

-Oh aparte de todas las heridas y la pierna rota. No, no tengo mal estar- le digo con un sarcasmo impresionante- es solo que he dormido fatal- digo intentando suavizar la situación.

-Bueno vale, pero tómate una pastilla y dúchate, seguro que te sentirás mejor- me dice mientras sonríe.

-Que si...-digo muy pasota.

-Me tengo que ir a trabajar toda la mañana, pero volveré a la hora de comer, y como todavía no puedes ir al instituto, no quiero que salgas de casa. ¿Me oyes? Ni se te ocurra salir.

Puede que para las chicas normales eso sea por el bien de sus hijas, pero en mi caso no es así. Solo lo dice para que yo no le cause más problemas en Corporated® y para que no vea a Vincent. Pero está equivocada si se cree que algo me va a parar.

-Vale, pues hasta luego- me despido y subo a ducharme.

Me ducho, y la verdad que mi madre tenia razón, el agua ayuda, ahora me siento mejor. Después me tomo una pastilla y me tumbo en el sofá de mi salón a ver la tele. Y es cuando de repente oigo un ruido en la cocina, me levanto a toda prisa del sofá y eso hace que me duela la pierna. Ni siquiera cojo las muletas, solo cojo un jarrón que tenemos en el salón, como arma de defensa. Me acerco a la puerta de la cocina, me asomo pero no hay nadie. Así que dejo el jarrón en la encimera. Cuando me doy la vuelta para volver al salón, allí estaba, mi chico, mi Vincent.

-Dios Vincent,¡ me has dado un susto de muerte! -le digo riéndome, pero con el corazón acelerado.

-Ya lo noto, oigo tu corazón. Perdón por asustarte -cuando dice eso se acerca a mí y me coge de la cintura.

-Oye, que a mí me encantaría seguir aquí, de pie, así contigo. Pero la pierna...-le digo sonriendo. No se lo piensa ni un momento y me coge en brazos para llevarme al salón. Se sienta en el sofá y me deja sentada sobre sus rodillas. Entonces me besa, me besa como si no hubiera un mañana, y la verdad que me encanta. Sentir sus manos presionar mi cintura y mis dedos entre su precioso pelo castaño y sedoso. Entonces me despego de él.

-Vincent, te quiero, te quiero con toda mi alma y lo sabes. Pero antes de todo esto. De poder disfrutar como una pareja normal tenemos que conseguir toda la información posible sobre Corporated®- le digo sintiéndolo yo más que el, ya que ese beso ha sido increíble.

-Tienes razón-me levanta de sus rodillas y me sienta a su lado en el sofá- tenemos que averiguar mas sobre esto. Mientras saco el portátil de un cajón de la mesita que tenemos delante digo:

-Tenemos que averiguar quién me atropello, necesitamos agarrarnos a algo- le digo con decisión.

-Vale -me dice él.

Enciendo el portátil y me meto en Google.

-Sara, podemos mirar las cámaras de tráfico, y si hay suerte, habrán grabado lo que paso.

-¿Pero eso no es ilegal? A parte la poli sabe de eso más ¿no?

-Sara, ¿crees que no tienen a la poli comprada?

-Oh, pues vaya mierda. Con razón no hay investigación de mi caso...

-Eh mira, ya he conseguido entrar. ¿En qué calle estabas?

- En Endless 7058.

-Vale...Ajam, ¡Si! Aquí, tenemos suertee. Vale veámoslo.

En la pantalla aparezco yo andando deprisa y un coche salió de la nada y... Verlo duele más que los daños colaterales de la realidad.

-Vincent, mira a ver si puedes parar y aumentar la imagen, para que veamos quien es.

Vincent lo hace. No reconozco a la persona que aparece en la pantalla. Cuando miro a Vincent, tiene los ojos llorosos y cara de asustado.

-Vincent ¿Qué pasa? -le acaricio el brazo.

-Él...es mi padre.

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