CAPITULO 20: Secuestrada.

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Me despierto atada a una silla en un sótano. Huele a humedad. Todo me da vueltas, ya que sigo sin comer y no tengo fuerzas. Entonces todos los recuerdos vienen a mi mente. El hospital, Vincent, Malcom... De repente me doy cuenta de que Malcom me tiene secuestrada. Muevo la cabeza para ver lo que hay a mi alrededor, no veo mucho, pero distingo una mesa con instrumentos médicos y líquidos de colores, es una especie de mini laboratorio.

Tengo la sensación de que se lo que me va a hacer y no quiero, tengo mucho miedo, ¿y si me convierte en bestia a mi también? Asique en ese momento, lo único que se me ocurre es gritar. Grito a pleno pulmón, y nada.

-Gritar no te va a servir de nada-veo a Malcom en la mesa del laboratorio-este sótano esta insonorizado.

-¡Serás cabro!-le grito con rabia, y de repente se me quiebra la voz y me mareo.

-Uhh, me perece que no estás muy bien. Me parece que no reaccionaras muy bien al suero....Vaya! ¡Qué pena!-dice con todo el sarcasmo que puede en su voz.

-¡Ni se te ocurra acercarme eso!-le grito cada vez con menos intensidad.

-Lastima, que no te vaya a hacer caso.

Me rindo, no puedo salir de aquí, no tengo fuerzas. Entonces veo una esperanza a un metro de mi hay una especie de bisturí. Si me hago con él, podre cortar las cuerdas y correr. Pero necesito ganar tiempo.

-¿Por qué lo haces? ¿Qué necesidad hay de esto?, ya has destrozado la vida de tu hijo ¿Por que también la mía?-me voy acercando poco a poco, solo lo tengo a 60 cm.

-¿Quieres saber por qué?-se ríe con una risa histérica y malévola-Por poder, este suero es increíble, puede crear supersoldados y podría hacerme rico con él.

-Pero muchísima gente morirá en el camino, gente que no soporta sus efectos...como yo...- 40 cm, vamos Sara Grace, tu puedes...

-Tienes razón muchísima gente morirá. Pero tú, tu niña repelente, tú le importas a mi hijo, y sé que te querrá salvar del hombre cruel que es su padre... Asique se tendrá que unir a mí, si quiere que no acabes como él, o muerta. Y en tu estado, lo segundo es lo más probable -me explica mientras da vueltas por la gran habitación. Solo 20 cm.

-Prefiero morir o ser una bestia, a dejar a Vincent hacer eso ¿Entiendes?- 10 cm.

-Creo que tu no vas a decidir por él, y estoy convencido que prefiere unirse a mí, que verte muerta o convertida en una bestia-mientras dice eso se la da la vuelta y yo cojo el bisturí. Empiezo a cortar y enseguida la rompo. Mantengo las manos en la espada para que crea que sigo atada.

Entonces corro y cojo un palo enorme que hay apoyado en una pared, intento elevarlo pero mis brazos están muy débiles. Rápidamente Malcom me levanta de suelo y me quita el pelo del cuello.

-Pues me parece que no le voy a dar opción a Vincent....-coge la jeringuilla y me la inyecta. Sintió un dolor extremo, y calor, muchísimo calor. Me duele todo el cuerpo, creo que voy a morir. Estoy tirada en el suelo de un sótano en la casa de Malcom y voy a morir aquí...

Entonces sin dar crédito a mis ojos, entre el dolor veo a Vincent entrar junto con mi madre. Mi madre le da un golpe a Malcom y Vincent se me acerca corriendo.

-Oh no, no no no no no...-dice llorando- Moyra, le ha inyectado el suero!- grita a mi madre.

-Oh dios no, tranquila hija, todo saldrá bien...-dice también llorando.

Vincent me tiene en sus brazos mientras yo no paro de sudar y quejarme.

-¡No, no saldrá bien! Moyra, tu hija tiene anemia... Recuerda el protocolo del suero...

-Posible muerte si el sujeto se encuentra en baja forma física, edad temprana o enfermedad de algún tipo...-mi madre llora ahora desconsoladamente.

-¡Sara tiene las tres! ¡No te quedes ahí parada! ¡Haz algo!-entonces se oye la voz de Malcom desde el otro lado del sótano. Suena dolorido.

-Solo hay un suero de curación...-dice susurrando- ¿Pero para quien lo usaras? ¿Eh hijo?

-¡Cállate! ¿Dónde está?-le grita mi madre. Malcom señala el cajón de la mesa de líquidos. Vincent va corriendo y lo coge, le da unos toquecitos y está dispuesto a inyectármelo. Pero le detengo y consigo hablar.

-No...Quiero que te salves tu...Que tengas la vida que te mereces...-le digo sin ninguna fuerza en la voz.

-¿Pues sabes qué? No quiero ninguna vida sin ti.-Y me inyecta el suero en el cuello.

BEAUTY AND THE BEAST.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora