Cap. 23

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¿Así que hablas?.

Siempre lo he hecho solo que no contigo.

¿Y por qué no habías decidido hablarme?.

Aún no creía que era el tiempo, pero ahora si lo es. Sonrió.

Espera ¿Tú qué haces aquí y por qué dejaste ese papelito?, Además ¿Cómo sabías que iría hoy al colegio? Espera...Maldición ¿Tú y Valmon tenían todo arreglado?.

Estás en lo cierto pero... No terminó la frase.

¡Maldición! Aléjate, quiero ver a Joe.

Corrí hasta donde se encontraba Joe, estaba despierto y tranquilo pero había algo en él que me hacía creer que no estaba bien, comencé a hacerle preguntas pero no respondía nada, empecé a moverlo pero este estaba inmóvil.

¿Qué le hiciste maldita?. Pregunté enojada.

Lo lamento pero ella me obligo. Señaló hacia la pared.

Al mirar hacía donde señaló me mareé, todo me daba vueltas, al parar me encontraba en una cabaña, esta estaba desordenada y sucia, una chica peliroja de muy bonito rostro y un vestido que tapaba sus pies apareció un poco alterada y cerró la puerta colocando un candado seguido de eso, no entendía el porqué de la forma en que entró hasta verla a ella. Valmon apareció traspasando la puerta y seguido venía Anabel.

Llegó tu hora Melissa. Dije con una voz estruendosa Valmon.

Déjame en paz maldita. Acabaste con mi familia, acabaste con mis amigos, acabaste con todos mis seres queridos y... No terminó la frase.

Acabaré contigo. —Sonrió.

Anabel intentó ayudarla en ese momento pero no podía, no entendía nada, aunque trataba de hacerlo no lograba interpretar nada de esto.

Allí quede impactada al ver como Valmon tomó a aquella chica y comenzó a pronunciar aquellas palabras, las mismas que pronuncio la primera vez que la vi.

Ya es la hora...Vengan...Es su tiempo...Ella a vuelto...Necesitamos de su ayuda...Demonio Raby acabas aquí. 

Continuó pronunciando esas palabras durante unos minutos, el suelo empezó a temblar, las ventanas cerraban y abrían con tanta fuerza que los vidrios se quebraban, los truenos caían por todos lados pero lo más impresionante fue ver como el suelo de aquella cabaña se destrozaba sacando un fuego ardiente. Miré por un momento a Anabel, esta estaba asustada, aterrada por aquel acontecimiento. Vi salir un viento de aquel hueco lleno de fuego, el viento se disperso y tomó forma de demonios pero esto no podían salir por completo de aquel hueco solo una parte de su cuerpo.

—Demonios, hagan lo suyo. —Valmon sonrió satisfecha.

Las manos de los demonios tomaron a Anabel, ella gritaba de miedo, lloraba por temor, ellos la arrastraban hacia ese hoyo poco a poco. Podía sentir ese ardor aunque no estaba específicamente con ellos allí.

—Volveré Valmon. Volveré. —Fueron las últimas palabras de Anabel antes de entrar a aquel hoyo y empezar a deformarse hasta desaparecer.

Esta vez ya como Anabel no estaba Valmon tenía más oportunidad de hacerle daño a esa chica llamada Melissa. La tomó fuertemente del cuello y sin piedad desgarró una parte de su rostro, con todo su cuerpo empapado en sangre trato de arrastrarse, la maldita la mirada y se reía burlándose de aquella pobre chica.

No te metas con ella [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora