IGUALITARIADO BOLIVIANO

CAPITULO II : RELACIONES INTERNACIONALES

CAPITULO II

RELACIONES INTERNACIONALES

Es de mucha importancia las relaciones con países del resto del mundo, crear amistades principalmente con distintos acuerdos de cooperación y amistad. El igualitariado sigue una línea de paz con nuestros vecinos y no una carrera armamentista, no se llevará de ninguna manera ideales de guerra o intervención armada con países vecinos o de cualquier parte del mundo. Para esta operación se deberá seguir los siguientes puntos:

1): Negociaciones y tratados con los países limítrofes: se deberá conseguir buenas relaciones y de amistad con las naciones Perú, Brasil, Paraguay, Argentina y Chile. Naciones con las cuales Bolivia limita, se harán negociaciones de comercio, tratados de paz y cooperación contra el narcotráfico.

2): Soluciones de problemas con los países limítrofes: se debe dar solución a absolutamente todos los problemas con los países que limitan con la nación, para que de esta manera las relaciones con las naciones hermanas sea fuerte e inquebrantable.

3): Cooperación antidroga: el peor enemigo de las naciones del mundo son las drogas, conocidos también como sustancias controladas. Es necesario destruir a este enemigo con la ayuda de las naciones para su estricto control.

4): Pago de la deuda externa: Durante los años anteriores, se ha logrado bastantes logros, incluyendo el milagroso crecimiento del producto interno bruto (PIB). Sin embargo se habla poco sobre el pago de la deuda externa que está en crecimiento. Se debe hacer la cancelación total de la deuda externa para no depender de ninguna otra nación u organización.

Con relación a Chile: Chile ha mencionado que no existen temas pendientes con Bolivia, además que cumplen con todos los tratados que han hecho. Sin embargo esto no es del todo cierto, pues aún existen temas importantes por tratar, los más significativos son:

1): El desvió del río lauca: cuyo cauce terminaba en el lago Coipasa, este líquido vital sostenía la vida diaria de la etnia de los urus. Este río fue desviado por chile en 1962, un caso literalmente inhumano por el vecino país.

2): El desvío del rio Caquena: el río Caquena fue desviado para regar suelos chilenos. Según el tratado de 1904, mencionado río sirve de límite entre Bolivia y chile. Entonces Bolivia debe reclamar territorio a Chile por la nueva delimitación de este río, o Chile debe regresar el río a su cauce natural y responder por el agua que le privó a Bolivia.

3): El uso sin permiso de las aguas del Silala: se entiende que las aguas del Silala proviene de manantiales situados al sudoeste del departamento de Potosí. Cuyo cauce fue desviado artificialmente por súbditos chilenos, es un tema importante que se debe tratar con la nación vecina, o si es su caso con quienes desviaron las aguas, estos pueden ser una empresa.

4): Demanda marítima: al final de la demanda marítima que falló a favor de Chile, se admite también que Chile jamás nació con el litoral boliviano como ellos sostenían. En conclusión, la historia chilena es contradictoria a su propia historia. Entonces ¿acaso la historia chilena nos dice toda la verdad? O ¿quizá nos ocultan algo más? Pues esto demuestra que le mintieron a su propia nación y a las naciones que la rodean, trataron de forzar la historia a su favor, lo que se puede interpretar que les consta que mienten. Sin embargo esta distorsión de la historia chilena no es idea de sus gobernantes actuales, sino más bien de personajes anteriores que trataron de por todos los medios quedar como los héroes de la guerra del pacifico y también de no deberle nada a Bolivia. En conclusión, ni Sebastián Piñera ni sus actuales gobernantes son los causantes de la distorsión de su historia, pero es su deber y obligación repararla, y si deben devolverle a Bolivia el Litoral, deberán hacerlo.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, sostiene que su nación no tiene temas pendientes con Bolivia y que respetan los tratados entre Bolivia y Chile. Sin embargo, Chile tiene más que responder, el desvío de los ríos Caquena, Lauca y las aguas del Silala son ejemplos claros, temas que seguramente Sebastián Piñera desconoce.

El deber de ambas naciones es el de reparar estos temas de manera amistosa, reconocer sus errores, enmendarlo y finalizar en amistad entre ambas naciones. De lograr esto, jamás se hablará de guerra entre las naciones, no se puede permitir una matanza entre cristianos.