Una Nueva Vida, Una Historia Diferente

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Bleach no me pertenece, es propiedad de su respectivo autor… Aunque el personaje Oc es de mi completa propiedad.

“Una nueva vida en un mundo donde jamás debió existir. Las consecuencias son… Una historia diferente”

Nanao caminaba cerca del quinto escuadrón cuando se detuvo al escuchar el llanto de Mashirō, extrañada se desvió de su camino a su división para ver que ocurría con el bebé. Mashirō era una niña muy tranquila y eran contadas las ocasiones que lloraba, por eso su preocupación.

La teniente doblo en una esquina para ver a Ichimaru Gin caminar de un lado a otro desesperado por calmar al bebé, Nanao no pudo reprimir la sonrisa burlona que apareció en su rostro, era muy divertido verlo así y por lo que veía ella no era la única divertida.

Varios miembros de la quinta que estaban practicando Kidō disfrutaban mucho el ver a su teniente desesperado y sin saber qué hacer con su hija, incluso el capitán Aizen lucia divertido.

—¡Maldita mocosa! ¡Si no dejas de llorar juro que te lanzare al estaque de peces koi de la mansión Kuchiki! —amenazó Ichimaru en dirección a Mashirō, ella en respuesta lloro aún más fuerte, aunque más que llorar era gritar muy fuerte y removerse sin control, en su rostro no había ni una sola lágrima.

Nanao decidió intervenir no para ayudar a Ichimaru, solo para calmar al bebé el gritar de esa manera no era bueno para su garganta.

—¿Qué le hiciste? —preguntó Nanao cruzándose de brazos, haciéndose escuchar sobre los gritos del bebé a la vez que caminaba hasta ellos.

—¿¡Qué te hace pensar que le hice algo!? —de volvió la pregunta enojado y sin paciencia, en su cara no estaba la sonrisa zorruna en cambio estaba un muy pronunciado ceño fruncido.

— Mashirō-chan es una bebé muy tranquila, debiste hacer algo para molestarla —Nanao pudo evitar notar que Ichimaru tenía su shihakushō arrugado, el cabello despeinado y unas grandes ojeras debajo de los ojos, se notaba a la distancia que llevaba días sin dormir.

—¿¡Cómo qué!? ¡Le doy de comer, la mocosa tiene un pozo sin fondo por estomago! ¡La baño solo para terminar empapado!, ¡Y le cambio sus asquerosos pañales! —Gin se veía al borde de la locura—. ¿¡Qué más podría hacer!?

Nanao trato de no reírse al imaginar al teniente empapado después de bañar a Mashirō o imaginarlo cambiando un pañal.

—Son solo cosas de la paternidad —se limitó a contestar.

—No entiendo como alguien voluntariamente quería tener uno de esto —Gin señalo a Mashirō, la pequeña por su parte le saco la lengua haciendo enfadar más al teniente, Ginebra sabía que Mashirō era inteligente ya lo había notado pero con todos los desvelos y con su paciencia al borde del precipicio no tenía tiempo para asimilar que esa inteligencia no era normal.

—Insisto en que debiste hacer algo para molestarla —insistió la teniente de la octava.

—¿¡Cómo estas tan segura de que yo hice algo!?

Nanao se acercó a él y le arrebato a Mashirō de inmediato ella dejo de gritar y removerse, Gin alzo una ceja incrédulo, desviando la mirada entre Nanao y Mashirō.

—¿¡Cómo la callaste!? ¡La única vez que logro callarla es cuando tiene un maldito biberón en la boca!

Nanao rodo los ojos— No hice nada, solo está molesta contigo ¿Ves? —ella le devolvió el bebé y al  instante Mashirō comenzó a gritar y a patalear.

La sonrisa de zorruna de Gin apareció en su rostro— Es toda tuya, Bye Bye.

Gin le entrego el bebé a Nanao y desapareció con un shunpo.

—¡Es-Espera! ¡Yo tengo que ir a trabajar! ¡ICHIMARU!

Continuara Bye Bye…

Nota de Autor:

“Uno cosecha lo que siembra”, es un dicho bien sabido. Nuestro Gin está pagando las consecuencias por molestar a Mashirō. Y como Gin es Gin le deja sus problemas a los demás para que lidien con ellos, en este caso nuestra víctima fue Nanao.

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Fecha de Publicación: 24/05/2019

Fecha de Corrección: 17/03/2020