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Bleach no me pertenece, es propiedad de su respectivo autor… Aunque el personaje Oc es de mi completa propiedad.

“Una nueva vida en un mundo donde jamás debió existir. Las consecuencias son… Una historia diferente”

Ana se removió en el enredo de mantas en el que estaba, abrió los ojos perezosamente sin enfocarse en nada en especial, con un bostezo se restregó los ojos aún con sueño, se giro buscando a Gin pero encontró su lugar vacío, Ana toco su lugar sinti...

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Ana se removió en el enredo de mantas en el que estaba, abrió los ojos perezosamente sin enfocarse en nada en especial, con un bostezo se restregó los ojos aún con sueño, se giro buscando a Gin pero encontró su lugar vacío, Ana toco su lugar sintiéndolo frío lo que significaba que había pasado bastante tiempo desde que se había levantado. Con un poco de pereza se sentó buscando con la mirada al hombre.

Recorrió con la vista lo que podía ver de la casa ya que todo estaba a oscuras y las ventanas estaban cerradas, un viento afuera golpeaba fuertemente las paredes y ventanas, había una gran ventisca en esos momentos, aunque el mejor término seria tormenta de nieve.

El pequeño y delicado cuerpo de Mashirō se estremeció ante el frío, sus ojos se dirigieron exactamente en donde estaba el calefactor, y noto para su molestia que el aparato estaba apagado. “Genial, moriré de frío”, pensó frunciendo el ceño.

Coloco sus manos en el futon y comenzó a gatear para buscar a Gin y tratar de decirle que encendiera el calefactor, gateo hasta la cocina y la encontró vacía, el lugar estaba prácticamente nuevo, ya que Gin solo lo usaba para calentar su leche, y él no parecía ser alguien que supiera cocinar dado que siempre comía en la cafetería del quinto o compraba comida en algún establecimiento.

Gateo hasta el baño y este estaba vacío, negando con la cabeza gateo hasta la segunda habitación de la casa, nunca había entrado allí, Gin siempre mantenía la puerta cerrada y el poco tiempo que pasaba en casa lo usaba para dormir. Viendo que no había nadie en la casa Ana decidió ver que había allí.

Abrió con mucho esfuerzo la puerta de arroz su pequeño cuerpo apenas tenía la fuerza suficiente para algo tan simple como abrir la puerta, al final solo logro abrirla un poco, pero el espacio era más que suficiente para que Mashirō pasara, se deslizo por la puerta hasta la habitación.

Una Nueva Vida, Una Historia DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora