¿Por qué te dejaria?

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-Ban... King... ¿Qué está pasando? -Pregunto inocentemente la pequeña-

-Ahh... ¡N-No es!... ¡¡Que tú!!... ¿Ehhh?

-Lo siento, Harlequin. -Dijo Ban acercándose al rostro del menor- Te juro que pensé que uno de tus ojos se habia desviado.

-¿¡En serio!? -Se asustó la rubia- No me digas que serás bizco al igual que él abuelo!

-¿¡Que!? No yo no...

La pequeña se acercó a su hermano, lo vio preocupada, pero cuando se dio cuenta que no tenía nada se alejó de él más aliviada.

-Me imagino que deben tener hambre! -Menciono el peliplata soltando a King- Les prepararé un pastel, ¿Quedamos?

-¡¡¡Siii, azúcar!!! ¡Yo quiero ayudar! -Dijo Elaine-

-No jovencita, usted debe ir a su cuarto a descansar un rato, cuando lo termine te llamo. ¿Vale?

-Bueno... Jeje... -Se sonroja- Ban tiene razón...

La rubia se fue de color carmesí y muy sonriente a su habitación, pero alguien no estaba muy feliz que digamos.

-¡Bieeeeen! -Se estiró Ban- ¿Por que me ves? ¿Quieres que sigamos con la de hace un rato?

Pregunto atrevidamente, mientras se iba acercando hacia el castaño. Terminó por acorralarlo y tomarlo nuevamente del mentón obligándolo a que lo vea, pero está vez era diferente. King tenía el seño fruncido y con sus ojos cristalinos, Ban suspiro y dejó al pequeño en paz.

-Sabes, tu también deberías descansar. Tuviste una fuerte impresión hoy.

El castaño seguía contra aquella pared, con la cabeza baja y sin emitir algún sonido. Ban lo vio, dejo de hacer lo que hacía y fue donde King, lo a abrazo delicadamente mientras le acariciaba la cabeza.

-El era mi amigo... -Voz quebrada- Mi mejor amigo... La persona que me entendió y cuido de mi por mucho tiempo... ¿A dónde fue?

King empezó a sollozar, seguía mirando al suelo, mientras sus lágrimas se paseaban por ambas mejillas. El mayor lo abrazo más fuerte, no comprendía del todo su dolor, pero sabe lo que es perder a alguien.

-¿Quieres descansar? -Pregunto el peliplata-

-No... Si... No lo sé... ¿Qué debo hacer?

-No soy tú, no sé qué te gusta aún, no sé cómo piensas o cuáles son tus aficiones.

-Ti-Tienes razón... Esa pregunta fue estúpida, iré a descansar.

-Harlequin, no quise~

-¡Esta bien! -Grito- Esta bien, soy un estúpido. -Sonríe mientras llora para luego subir las escaleras corriendo-

-¡Harlequin! Espera -Grita Ban subiendo las escaleras rápidamente-

Lo último que escucho el peliplata fue la puerta ser tirada bruscamente, este mismo empezó a caminar lentamente al cuarto del menor, se paro en la puerta por unos segundos, estaba por tocarla, pero su genio fue más fuerte que tomó el pomo y lo giró velozmente.

-Harlequin, en serio no... ¿Desde cuando tienes esa manía?

-Casi siempre, cuando me asustaba algo o me sentia mal me cubría con esta misma manta.

-Pareces un niño...

Ban se acercó al pequeño, quien se encontraba sentado en posición fetal sobre el suelo.

-¿Crees que yo también entre ahí? -Preguntó el mayor-

King giro su cabeza, para encontrarse con la mirada de Ban, este mismo al ver sus ojos cristalinos lo acorraló contra la cama, puso su cabeza sobre el hombro del castaño, y su mano izquierda la puso sobre su hombro.

-Q-Que estas haciendo... -Preguntó sonrrojado y sin oponer fuerzas, sólo atino a contraer sus piernas-

-¿No vas a poner fuerza? -Preguntó Ban, mientras bajaba su mano izquierda hacia la cintura del menor-

-¿Pa-para que? Has lo que quieras...

El peliplata se sorprendió ante esas palabras, lo vio directamente a los ojos, lo tomó de la barbilla y lo atrajo hacia él.

-Veo que te gusta el verde. -Dijo Ban sentándose en la cama del más bajo-

-A-ah... Si.

-Y también creó que prefieres lo salado.

-S-Si.

-No crees, que tú y yo, seríamos buenos amigos? No trató de obligarte a nada, pero quiero que sepas, que puedes confiar en mí. Nos llevamos unos cuantos años de diferencia, pero aún así te entiendo, no eres... Como las demás personas que he tenido que cuidar, tú y tu hermana son muy amables al igual que sus padres. Quiero hacerte entender, que nunca te voy a dejar, si tengo que irme, buscaré la manera de seguir en contacto contigo, pero nunca me iría de tu lado, ¿Estamos? -Sonrie-

-Ba-Ban...

El castaño empezó a llorar, dejó su manta y fue directo a los brazos de su mayor, empezó a llorar en su hombro mientras repetía su nombre, lo único que decía Ban era:

-Aquí estoy.

↝Niñero[BanxKing]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora