© Hold me tight; kth [book #2]

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No pasó mucho tiempo para que regresáramos a Corea, no tuvimos un "descanso" muy largo, pero al menos pudimos disfrutar otros aires, y otra cultura. No había vuelto a hablar con SeoHyun, llegó a marcarme cerca de 20 veces luego de ese día, pero estaba muy ocupado como para contestar, y aún estaba confundido. En cuanto llegamos a Corea, vimos algunas fans esperándonos, algunas nos tomaron fotos, otras nos siguieron, y unas pocas intentaron jalarnos. Lo que no esperaba ver, era a SeoHyun, parada, con un cartel en manos, que tenía pintado un "환영합니다, 김태형" (Bienvenido, Kim TaeHyung).

Nuestras miradas se encontraron, pero inmediatamente voltee a ver frente a mí. Mi corazón dolía, estaba poniéndome nervioso, y realmente no quería ponerme a llorar. Subimos a una camioneta, y nos dirigimos a casa. 

— ¿Quién más la vio?

Todos alzaron su mano, a excepción de YoonGi hyung y JungKook, quienes venían entretenidos en sus teléfonos.

— Después de que la llamaras no nos dijiste qué fue lo que te dijo, pero al parecer arreglaron las cosas. ¿No es así? —dijo HoSeok hyung.

No contesté y observé por la ventana el triste paisaje. 

— Bueno, eso significa que no.

— Aparentemente ella tiene a alguien en su vida ya.

— ¿De qué hablas?

— Me contestó un chico, y la llamó cariño. No quise saber nada más luego de escuchar como la llamaba, y colgué.

— ¿Qué tal si era su hermano?

— No tiene hermanos o hermanas.

— ¿Un amigo...?

— ¿Y qué se supone que hacían juntos a las tres de la mañana?

SeoHyun volvió a llamar, pero no contesté. 

— ¿Seguirás ignorándola?

Alcé los hombros.

— Da igual si lo hago o no.

JiMin rodó los ojos, tomó mi teléfono y contestó, no sin antes poner en alta voz la llamada.

— ¿Aló? 

— ¿TaeHyung?

— TaeHyung está ocupado, ¿Tú eres...?

— S-soy... Una amiga suya.

— ¿Te llamas...?

— SeoHyun.

— ¿Y tu llamada se debe a...?

— Quería hablar con TaeHyung sobre algo privado, pero lo contactaré después.

— Si es que contesta. —murmuró YoonGi hyung.

— ¿Qué?

— Le diré a TaeHyung más tarde, adiós. —colgó rápidamente.

— ¿La llamarás?

—suspiré— Cambiaré de número.