El reino Jaunâtre es gobernado por un joven tirano.
"Duque Taeil, si el dinero es insuficiente, explota a esos ignorantes que gastan el espacio en mi reino. Todo aquel que vaya contra mi palabra, yo mismo purgaré para ponerles un fin."
Nadie le pued...
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Chenle, tú eres un príncipe que pronto será rey. Yo, Kun, soy tu sirviente. El cruel destino separó a hermanos lamentables. Pero yo siempre estaré contigo, si es para protegerte, yo seré malvado por ti. Incluso si todo el mundo se convirtiera en tu enemigo , the protegeré para que estés ahí sonriendo.
Dentro de las expectativas nacimos. Fuimos bendecidos por las campanas de la iglesia. Para la comodidad de los adultos egoístas, un rey y su ex esposa, nuestro futuro se dividió en dos. El rey se quedó con el menor de cabellos rubios, para criarlo como su heredero al trono junto a su nueva mujer. Y el mayor, dejado con su madre, quien antes se consideró reina.
Cuando fui de paseo a un país vecino, en la ciudad, pude ver a un chico, con esa amable voz y rostro adorable y sonriente, me enamoré a primera vista. Pero si el príncipe Chenle deseaba que ese chico de vestimenta verde fuera borrado de este mundo... responderé a esa orden. ¿Pero por qué mis lágrimas no se detienen? Me siento débil y vulnerable.
Cuando te veo, hermanito, siempre pienso lo mismo "Tú eres un príncipe, yo soy tu sirviente. El destino cruel separó locamente a los hermanos impulsados." Cuando entré a tu alcoba enorme y bella como tu, dije mientras colocaba la bandeja en tu mesa:
—Hoy, la merienda es un Brioche.—
Yo sabía que ese era tu favorito, siempre que te lo preparaban, tú ríes... ríes inocentemente.
En poco tiempo, este enorme reino dorado probablemente terminará en manos de ciudadanos enojados. "Todos deberían ser ejecutados" si eso es lo que dicen que nos merecemos, definitivamente me opondré a eso. La revolución pronto comenzó, la gente estaba acercándose a las puertas del palacio poco a poco. No había tiempo para que los dos saliéramos al mismo tiempo.
Entré a tu alcoba y te vi preocupado viendo el exterior por tu ventanal. Te volteaste y te sorprendiste al verme... vestido con tus ropas costosas y elegantes. Yo te mostré mi ropa y dije lo más relajado que podía:
—Aquí, ponte mi ropa. Por favor has esto y escapa inmediatamente.—
Su expresión de confusión y preocupación me hizo sonreír de lado, después le dije:
—Está bien, somos hermanos, nadie se dará cuenta.—
Te pusiste mis prendas y una capa, saliste velozmente por un pasillo... escapaste. Yo me quedé en aquella hermosa alcoba. Mirando todo por el balcón. Antes de que me encontraran, me puse a pensar "Soy un príncipe , tú eres un fugitivo. El destino cruel separó a los hermanos tristes. Si dicen que eres malo, yo tengo la misma sangre que fluye a través de mi cuerpo."
Érase una vez, había un reino malvado, y reinando sobre ese lugar, estaba mi muy lindo hermano menor. Incluso si todo el mundo se convirtiera en tu enemigo, te protegeré para que estés ahí sonriendo. Si pudiéramos renacer, quiero estar contigo otra vez. No pude soportar verte entre toda esa multitud sucia. Tu rostro asustado y triste me haría llorar a mi también. Así que solo miré hacia el bello cielo como tu, y dije tu frase particular:
