LuHan debía trabajar.
SuHo había hablado con el líder de la pequeña comunidad, Siwon, y había llevado a LuHan para que lo conociera. El hombre era aterrador y tenía una cicatriz en la mejilla que parecía que se la habían hecho con un cuchillo o algo así. LuHan casi tembló en su presencia, pero el hombre apenas lo había notado. Sólo habló con SuHo como si él no estuviera ahí y al final dejó que LuHan se quedara siempre y cuando hiciera su parte como todos los demás. No podía holgazanear. Y LuHan estaba de acuerdo.
SuHo y los demás sabían que LuHan no podía llevar su mismo trabajo. Demasiado pequeño y frágil para luchar. —Puedo hacerlo —había dicho LuHan cruzando los brazos.
—Sólo estorbarías —gruñó SeHun.
Así que al final, Chanyeol lo llevó con el grupo de agricultores. Los que sembraban y cosechaban las verduras y demás. A LuHan no le molestaba, no le importaba ensuciarse las manos.
Los chicos agricultores le dieron la bienvenida con sonrisas y abrazos cálidos. Eso le dijo a LuHan que ellos eran como él. Aún tenían sentimientos, aún se preocupaban. Eso ayudaba a tener los alimentos bien cuidados.
Le dieron a LuHan un par de guantes y le explicaron lo que debía hacer y cómo. Fueron muy amables con él. LuHan se mantuvo sonriendo todo el día. A medio media comieron un delicioso sándwich con tomate y lechuga fresca. —Lo bueno de ser de este grupo —le dijo Ren. —Nosotros comemos primero las verduras frescas.
Por la tarde visitaron a las gallinas y las vacas. LuHan amó darles de comer y acariciarlas. Jugó unos minutos con los pequeños pollitos amarillos y corrió detrás de las chanchitos bebés. LuHan amó cada segundo del día. Incluso la parte en la que la mamá gallina le picoteó la mano cuando intentó tomar a uno de los pollitos. Había una pequeña herida, pero a LuHan no le importaba.
Al anochecer, LuHan caminó frente a las casas grises con una sonrisa satisfecha. Llegó a casa lleno de tierra y lodo seco. Se quitó las botas de goma y las dejó en la puerta. Caminó descalzo hasta el salón donde estaban los demás hablando sobre alguien que había tratado de robar armas hace una semana. Decidían su castigo, al parecer.
—Hola, chicos —saludó.
Los demás dejaron de hablar rápidamente y voltearon hacia él. Baekhyun se alejó un paso cuando lo vio todo sucio. Chanyeol reprimió una risa y los demás lo miraron como si no estuvieran interesados.
—¿Te peleaste con un cerdo en el lodo? —se burló SeHun.
LuHan lo ignoró cuando el perro de Chanyeol apareció corriendo hacia él. Se apoyó en los hombros de LuHan y lamió su rostro sucio. LuHan acarició su pelaje suave con una sonrisa. —Me gustó estar ahí —dijo después de que el agradable animal se hubiera alejado de él.
—Eso es bueno, LuHan —le dijo SuHo. —Estarás a salvo ahí.
—¿Por qué no vas a ducharte a mi habitación? —Chanyeol se acercó y lo empujó ligeramente hacia las escaleras. —Debemos acabar con esto y después podremos comer.
LuHan subió lentamente. Estaba muy cansado, pero seguía feliz. Se dio un baño caliente tan rápido como pudo y salió a buscar la ropa que Kyungsoo le había prestado. El clima empezaba a ser frío, lo que obligó a LuHan a envolverse en una manta mientras esperaba a Chanyeol.
Estaba apunto de dormirse cuando su amigo entró a la habitación. —Kyungsoo hizo la cena, espero que te guste la sopa de verduras. Es lo más común aquí. Ya sabes, ya no hay carne y no vamos a matar a nuestro animales para comerlos.
LuHan estuvo de acuerdo de inmediato. Él no quería que los animales fueran asesinados. —Me gusta la sopa de verduras.
La herida de bala aún dolía como el infierno, pero si LuHan pensaba en otras cosa, no sentiría nada. Es por eso que Chanyeol la revisó antes de bajar. Le cambió la venda y ambos bajaron al comedor.
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PRODIGIUM ° HunHan °
Fanfic[SE EMPEZARÁ A PUBLICAR UNA VEZ TERMINADO EN BORRADORES] El mundo está muriendo, al igual que los buenos sentimientos. La violencia es la única herramienta para sobrevivir. Pero LuHan es diferente, él no está convencido de ello. El amor puede ser m...