4. LA DESAPARICIÓN DE MARIE.

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POV Marie:

Imagínense a un observador, un observador de todos tus movimientos, como odiaba la luna, la odiaba en verdad, juzgadora de la vida de las personas, los oscuros secretos de la gente cubiertos por un manto de eterna oscuridad aplicándole una descuidada belleza con ese algo llamado estrellas, así me sentía, a pesar de eso me sentaba debajo de la luna para entender como algo tan bello puede ser tan malo, pero eso no lo descubrí sino luego cuando me encontraba en el patio delantero de mi casa usando mi teléfono.

Me encotraba mandándole un mensaje a mi amiga Vee cuando se me acercó alguien que conocía ya.

—Uh, hola— dije yo un poco confundida.

—Eres una pecadora, ¿Qué no lo entiendes? — dice la otra persona.

—No comprendo— a este punto ya temblaba de miedo.

—Clásico de los pecadores, ¿Crees que no lo sé ya? —

—Yo...—  en ese momento solo sentí como se abalanzaban sobre mí y me ponían una bolsa en la cabeza, me cargaron, me sentí más mareada que otra cosa, grité pero a estas horas de la noche no estaba segura de si alguien me escuchara.

Me tiró hacia la parte de atrás de un van, se montó detrás de mí y me pegó con un artefacto que tenía en la mano, tal vez sea una pala, no lo recuerdo, me dejó con un gran corte en la frente, me jaló del cabello lo suficientemente fuerte para arrastrarme con él, me ató la mano por detrás de la espalda, me tiró de nuevo al suelo, ató mis pies y me metió un fuerte puntapié que dejó mi cara casi completamente desfigurada.

—Espero que así si lo entiendas, disfruta del paseo Marie, perdón quise decir tu último paseo, cerró la puerta de detrás de la van, y me dejó gritando incoherencias así como por 15 minutos , hasta que sentí que el carro se detenía.

—Que bonito lugar para iniciar una fogata, ¿No lo crees? — dijo esa persona.

—¿Después de lo qu...que le pas..ó a Timmy tú?... — dije con la voz entrecortada por el dolor.

—¡NO MENCIONES SU NOMBRE!— dijo mientras alzaba mi cabeza entre sus manos y me lanzaba contra el césped directamente fuera de la van —ahora agradecería que me dejaras terminar mi fogata para incinerar tus restos— y tal como lo dijo, lo hizo, dejó encendida una gran fogata hecha a la perfección.

—Ahora acabemos con esto—

POV extraño:

La víctima batalló, sorpredentemente duró más de lo que esperaba, ahora que la incineré no sé que haré con las cenizas.

Obviamente mis actos son justificables, sino ¿Por qué lo haría?, ya me tenía hart... con tanta charla, esa sucia... pecadora, lástima que la única manera de purificarla haya sido esa.

POV May:

Después de levantarme y seguir mi rutina diaria, fui a dirigir el club de lectura de los niños pequeños, al terminar e ir a mi casa me esperaba nada más y nada menos que Lincoln en la puerta de mi casa.

Él sostenía su cara entre sus manos con señal de frustración y se encontraba sentado en uno de lo escalones, tenía su típica ropa negra, pero era porque seguía de luto. Al levantar la cabeza, ví el rostro del desespero humanizado, lágrimas y ojeras que indicaban inacabables días sin dormir.

—May, no sé que hacer, estoy desesperado— dijo acercándose a mí.

—Espera un segundo Lincoln, no solo te acabo de conocer, ¿Por qué me cuentas esto? — le dije yo dando un paso hacia atrás para mantener distancia.

—Si me querías ayudar, este es el momento crucial, hubo una desaparición y no sé si estén ligadas y personalmente yo...—

—Espera... ¿Otra muerte? — le dije yo abriendo los ojos y agarrándolo por los hombros, y fue ahí cuando noté su tristeza, que era emanable, por cierto.

—Sí, Marie Ann se encontraba en el patio delantero de su casa, que fue la última vez cuando sus padres la vieron—

—Que horror, Lincoln—

—Lo sé, simplemente no puedo dormir por las noches... —

—Bueno, ya veo, por ahora vamos a entrar a la casa que te vas a congelar ahí afuera—

—Si no es mucha molestia— dijo un poco apenado.

Al entrar a la casa, noté que Will no estaba en casa, a veces salía a reunirse con algunos amigos, por otro ldo mi mamá estaba en la cocina, y al ver a Lincoln frunció el ceño.

—Mamá él es Lincoln, Lincoln, mamá— dije presentándolos.

—Mucho gusto señora Wadlow— dijo él sonriendo amablemente como siempre.

—Igual, ehh... Lincoln— dije ella levemente incómoda.

—Bueno, estaremos en la sala— y sin más agarré a Lincoln por el brazo y lo senté en el mueble.

—Mira May, en serio si no quieres hacer esto lo entiendo... digo no te conozco bien y ni tú a mí, así que....—

—No te mortifiques, sí te voy a ayudar— le dije restándole importancia.

—Genial, bueno, veo que entrevistaste a Marie antes de que desaparezca... veo que le tenía rabia a... Timmy— dijo con dolor al pronunciar la última palabra.

—Sí, pero recuerda que la autopsia dijo que había veneno en su organismo— le recordé.

—Pero no sabemos si alguien más le administró el veneno, May—

—Bueno, no quisiera tomar conclusiones tan precipitadas, aunque pudieras tener razón, ¿Por qué tiene que ver con la desaparición de Marie? Digo, deberíamos buscar a las personas que tengan en común para entrevistarlas, pero esta vez juntos, quiero que escuches los testimonios tú también— le expliqué.

—la verdad no sabría responderte, pero entonces eso quiere decir que tendremos que vernos de nuevo— dijo.

—Sí, es crucial, haremos una lista de sospechosos, y ambos estamos clros de que quien encabezará la lista será Vee, ex de Timmy y amiga de Marie— dije yo.

—Que la cacería comience—

—Estoy de acuerdo—

El diario de MayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora