Hey, Mickey! {Sweet California}

Capítulo 9.

Alba, que se había quedado un rato más contestando a e-mails desde que Jade se había dormido, se quedó mirando a su nueva inquilina durante unos segundos y sonrió inconscientemente.

Le hacía mucha ilusión que aquellas chicas fueran a vivir con ellas durante un año. A pesar de que a Alba le encantaban las firmas de discos, pensaba que el tiempo que les dejaban para hablar con sus sweeties era demasiado poco. Con aquel concurso, tendrían la oportunidad de conocer a Iris, Jade y Andrea más a fondo, cosa que pocas veces había conseguido con algún o alguna fan. También le ponía feliz el hecho de pensar que aquellas tres chicas iban a poder conocer quiénes eran Sweet California realmente, quiénes eran detrás de la marca.

Dirigió la mirada hacia el pequeño conejo que Jade había traído consigo. Le hacía mucha gracia que le hubieran llamado Mickey por el concurso y por la cover que ellas habían hecho de Hey, Mickey! Jade ya le había contado la historia de aquel gracioso conejillo y Alba estaba encantada de que también fuera a viajar con ellas en la gira.

-Hey, niña. ¿En qué piensas?

Reig, que no se esperaba aquello, giró rápidamente la cabeza hacia la puerta, donde se encontraban Rocío y Sonia en pijama.

-¿Qué demonios hacéis? -sonrió la pelirrosa, cogiendo su portátil y dejándolo encima del escritorio con cuidado para no despertar a Jade.

-Hemos ido a coger agua para las chicas. Ya están dormidas. -Sonia dirigió la mirada al colchón que había en el suelo y sonrió-. Aunque parece que no son las únicas.

Rocío y Alba también miraron a Jade con ternura.

-¿Os soy sincera? Adoro la idea de este concurso. Iris me recuerda mucho a mí, con las ideas claras, y sus metas presentes, pero me da miedo que se lleve una decepción al conocernos. E igual con Jade y Andrea, ¿sabéis? -murmuró Rocío-. Que nos hayan idealizado y luego... bueno..., que no les guste la realidad...

Sonia abrazó a su amiga.

-Ro, eso no va a pasar. Estoy segura; no hay de qué preocuparse.

-Hazle caso, anda -añadió Alba, señalando a Sonia.

Rocío sonrió.

-En fin, será mejor que volvamos a las habitaciones. No queremos que piensen que ya hemos huido -bromeó la rubia, que soltó un quejido cuando Sony la pegó en el brazo.

-Buenas noches, Reig -se despidió la peliazul, que empezó a empujar a Ro por el pasillo para que se moviera.

-Bueno, bueno, cálmate, Sonia Gómez -rio Rocío.

-¡Esperad! ¿Qué vamos a hacer mañana? -preguntó Alba.

-Tendrás que esperar para verlo, pelirrosa -oyó que decía Sonia, ya desde el pasillo.

-Miedo me dais -susurró Alba, a pesar de que sabía que ya no la podían oír.

Cuando oyó que las puertas de las habitaciones de Rocío y Sonia se cerraban, se recostó sobre la cama y miró a Jade una vez más.

Apagó el portátil y la luz y se acomodó sobre la cama.

<<Sí, este año va a prometer>>, pensó, antes de cerrar los ojos y quedarse dormida.