Capítulo 5.

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-¡Chicas! ¡Ya vienen hacia aquí! -anunció Rocío, entrando en el baño.

Sonia, Alba y Rocío habían decidido irse a vivir juntas a un apartamento de Madrid hacía tiempo. Así, componer juntas o tomar decisiones sobre la banda era más fácil que viviendo separadas. La casa era un caos, pero a las chicas, con tal de estar juntas, no les importaba en absoluto.

Ro se apoyó en el marco de la puerta, observando cómo Sonia se estaba poniendo las pestañas postizas y cómo Alba se atusaba el pelo.

-¿Quién viene hacia aquí? -preguntó Alba, que prácticamente se acababa de despertar y todavía estaba muy dormida.

-Tía, las ganadoras del concurso. ¡Vienen hoy! -le respondió Sonia, con su gracioso acento sevillano.

La cara de Alba se iluminó de la emoción al recordar aquello.

-No me puedo creer que vayamos a pasar un año entero con unas fans. Va a ser muy bonito pero muy raro a la vez, ¿no creéis? -dijo Rocío, que mientras seguía mirando a sus amigas, ya se había empezado a imaginar lo especial que iba a ser pasar aquel año con tres sweeties.

-A mí me hace mucha ilusión porque nos van a conocer realmente, no como los medios nos quieren mostrar -dijo Alba, que ya había acabado de arreglarse.

-Joé tía, qué profundo -respondió Sony, sonriendo.

Alba le pegó un golpe flojo en el brazo, sin dejar de sonreír.

Después de que Andrea, Iris y Jade hubieran llegado a Atocha, un coche enviado por Warner les había recogido para dirigirse al apartamento que compartían Sweet California. A pesar de que el apartamento era bastante grande, iba a ser complicado estar allí las seis... y Mickey, aunque ni Ro, ni Sonia, ni Alba sabían todavía de la existencia del pequeño conejo. El tour empezaría en una semana, y viajarían por España en un autobús hasta que la gira acabara.

-¡Acabo de recibir un mensaje de los representantes! ¡Llegarán en un par de minutos! -anunció Sonia, entusiasmada.

-Vamos, será mejor que bajemos ya a recibirlas -apremió Rocío.

Tras coger su móvil y las llaves del apartamento, se quedó mirando el salón.

-Está hecho un desastre, pero no hay tiempo que perder. ¡Vamos, vamos! -la apremió Alba, cogiéndola de la muñeca y arrastrándola fuera del piso, donde ya las esperaba la peliazul.

Mientras bajaban a la calle, las tres notaban sus corazones latir con fuerza. A pesar de que habían hecho ya varias firmas de discos, conocer a fans siempre les ponía un poco nerviosas, porque era un momento muy especial y bonito. Esto era un poco diferente, ya que no solo las iban a conocer, sino que también iban a vivir con ellas.

-Mierda, qué frío hace -dijo Sonia nada más abrir la puerta que daba a la calle.

Vivían en una calle cerca del centro de Madrid, donde los apartamentos no eran tan caros como en la Gran Vía. Habían elegido a posta aquel sitio para que los paparazzis no las encontraran tan fácilmente.

-¡Mirad, ya vienen! -exclamó Alba, que, como Sony, se estaba muriendo de frío.

Rocío notó su corazón latir más deprisa mientras veía el coche pararse delante de ellas. 



Hey, Mickey! {Sweet California}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora