Sintiendo el corazón *Natsume y Mikan*

XIX

No mientas, no finjas.

Te puedes arrepentir.

Canté con refinamiento y ya terminando la última letra de la canción me tiré sobre el suave colchón de mi cama.

Estaba agotada

Sonidos en la puerta me hicieron sobresaltar pero al oler su aroma, supe al instante de quién se trataba.

-Pasa. La puerta está abierta-agarré un caramelo que estaba a un costado mío y me lo metí a la boca

Su suave respiración y el olor de su shampoo a fresa me obligaron a que la viera de una vez por todas.

Ha pasado tanto tiempo

-¡Hola!-la saludé con energía y ella me respondió de la misma manera

-¡Los años te sentaron bien, onee-chan! ¡Te ves más madura! ... Y hermosa-dijo lo último en un susurro molesto que sí alcancé a oír pero preferí callar

-¡Tú, también estás bella!-suspiré con fingida tristeza, la cual, no era del todo mentira-¡Y pensar que ya tienes 15! ¡Me siento vieja Karen!-ella río débilmente y me observó con suavidad

-Sigues siendo y siempre serás genial onee-chan.-caminó hacia mí y estiró su brazitos para abrazarme-Mi dulce y querida onee-chan.-aspiró mi cabellera y pasó una mano por la misma, tocándola con gentileza-Por toda la eternidad serás mi onee-chan

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Qué mentira más grande e ingeniosa, Karen

.-.-.

-¿De qué hablaron?-sus ojos azules mostraron pena-¿Fue muy serio?

-No, no hay que exagerar.-expulsé un suspiro-Sólo miente como de costumbre. Sus engaños ya son usuales para mí.-arrugué la nariz-Lo que ocurre verdaderamente es que se me hace cada más difícil hacer su papel yo también. ¡Quiero tirarle mis reproches!-golpeé con fuerza el escritorio-¡DECIRLE DE LA A HASTA LA Z!-chispas empezaron a salir por mi cuerpo y cada vez que apretaba más fuerte mi puño, iban aumentando

Mi tío se alarmó y me llamó por un tiempo pero al notar que no le respondía ni daba algún indicio de que lo escuchaba, oí levemente que llamaba a Aika.

Su compañera de vida

Sus hermosos irises rojos reflejaban preocupación y desesperación. Me hablaba sin parar, lamentablemente no le prestaba atención. Su voz sonaba tan lejana.

Me sentía cayendo en un hoyo profundo.

Oscuro.

Solitario.

>>¡Mikan!<<

Gritan mi nombre.

>>¡¡Mikan!!<<

Ahora es más potente.