Yuka

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-¡¿Estás bien sensei?! ¡¿Cómo están tus heridas?! ¡Por favor dime que no te hicieron más daño de lo normal esos desgraciados!-mis niveles de inquietud eran tan grandes que hasta la lluvia de mis ojos empezó a descender

Temía por él

-¡El que debería estar preocupado y alterado por todo, SOY YO!-agarró mis manos, las cuales, estaban sujetando fuertemente los palos de su celda-¡Diablos Yuka! ... ¿No te ha tocado?-cuestionó en un susurro y yo abrí los ojos enormemente-¿T-Todavía...eres virgen?-me puse roja como un tomate

-¡¿CÓMO PUEDES INTERROGAR AQUELLO?! ¡¿N-No ti-tienes...VERGÜENZA?!-la poca distancia que nos permitía tener las rejas, lo sujeté por su camiseta y le estampé un potente puño en su mejilla izquierda

-¡¿QUÉ TE PASA?!-preguntó sosteniendo con su mano derecha la zona afectada

-¡Lo increíble que eres,-hice entrecomillas con mis dedos, ironizando-sensei!

-¡Es normal que interpele! Ese pedófilo, es capaz de todo-se levantó y se me acercó, acarició mi mejilla

Estaba con la cabeza gacha

-Sí, tienes razón. Puede hacer cualquier cosa...-estiró sus brazos, fundiéndome en un abrazo, tomando iniciativa por mi cabeza

Era un poco incómodo esa posición

-Sensei, me estás lastimando-las rejas no eran tan cómodas, eran dolorosas

-¿Ah! ¡Sí!-se alejó un poco sonrojado-...Perdón-llevó su mano derecha hacia su nuca

Nerviosismo

Reí. Aunque duró poco.

-Será mejor que me vaya.-agarré un mechón de pelo suelto y me lo llevé para atrás-Ya mismo me sacan a patadas. Prefiero hacerlo por mi propia voluntad-dirigí mi atención hacia él y seguía sin mirarme

¿Lo habré entristecido?

-Perdóname sensei. No te quise hacer sentir mal...Sólo...-trataba de buscar las palabras, pero no las hallaba

-Tranquila Yuka. No estoy molesto porque te vas. Es normal y todo...Sin embargo...-caminó en mi dirección y me observó fijamente

Me encontraba con las mejillas algo rosadas

-No saldré de aquí por un tiempo, posiblemente largo. No estaré contigo, ni con los niños...Sin ver tu sonrisa y motivación...-fue ahí cuando entendí perfectamente

Se le hacía complicado soltarme

Dos finas lágrimas rodaron y me sentí sumamente culpable.

Todo era mi culpa

-Lamento haberte involucrado. Tal vez, si te hubiera hecho caso y no salir...-lloriqueé-¡Quizás no estarías aquí!-el llanto era incontrolable

Lamentablemente no me podía estrechar entre sus cálidos y dulces abrazos

¡Qué tristeza!

-Ya, ya Yuka. ¿No se supone que yo debería de estar así?-alcé mi vista y lo vi sonriéndome con amor-¡Pero mira! ¡Estoy aquí...VIVO!-reí ligeramente-No le muestres aquello al Director de la Escuela Primaria.-me sobresalté y noté que tenía una mirada profunda-Es sólo mía...-habló entre susurros rozando sus labios con los míos

Una fría y deliciosa corriente eléctrica recorrió mi columna vertebral

-Sensei...

-Vete Yuka.-me sonrió-Entendí el mensaje-le brindé un pequeña sonrisa y antes de partir, le recordé con diversión el por qué de mi visita

-¡Come algo sensei! ¡No quiero un esposo que esté debilucho!-le saqué la lengua y sonreí enormemente-¡Me atraen los hombres fuertes y musculosos!-una estridente carcajada sonó por todo el pasillo

Era la suya

-¡Esa era la inspiración que buscaba! ¡Ahora comeré con ganas!-me guiñó el ojo con coquetería-¡No me saltaré ni una sola comida!

Sin más, emití un movimiento de despedida con la mano y me encaminé escaleras arriba para salir al exterior y ver la libertad que a dentro no se podía ver

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Seremos felices. Hoy, mañana...y para siempre

Sintiendo el corazón *Natsume y Mikan*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora