Sintiendo el corazón *Natsume y Mikan*

XVIII

>>¡Oe! ¡Mikan!<<-volteé mi cabeza y me encontré con ese rostro alegre del chico que nunca se cansa de sacarme una sonrisa>>¡Mira! ¡Compré este vestido para ti!<<-me lo entregó y me lo quedé viendo por varios minutos>>¡¿Te gusta?!<<-me preguntó sonriendo y lo que hice lo dejó perplejo

Lo lancé al lodo

>>¡¿Qué estás haciendo?!<<-socorrió a la vestimenta y boté un bufido de hartazgo

-¡Si tanto te interesa arreglar tu culpa, mejor hazlo con esa mujer!-giró su rostro para verme y encontré confusión en sus ojos-¡Con ese regalo, no resolverás nada! ...¡Te odio!-salí corriendo en dirección a la casa de Hotaru y cerré la puerta de un portazo

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>>¿Sigue enfadada?<<-cuestioné mientras la persona al frente mío me servía un té de menta

El que más odio en todo el planeta

-Eres bien mala Imai.-me lo tomé de golpe y me observaba expectante-Me lo das a propósito-rió y se llevó la jarra a la cocina para luego lavarla, secarla y guardarla 

>>Te ayuda bastante. Con el tiempo le cogerás dulzura<<-reí irónicamente y la fulminé con la mirada

-Estúpida-susurré por lo bajo, pero al sentir que algo golpeo mi cabeza con fuerza me di cuenta que no fue así

>>Estoy segura que este invento, será beneficioso para el mundo. ¿Te imaginas? ¿Que todas las madres tuvieron esto y con el mismo castigaran a sus hijos?<<-sonrió soñadora por lo que sea que su mente esté maquinando ahora y a mí se me salió una gotita estilo anime

Realmente, no quisiera que las familias utilizaran ese método

Cuando en eso, una silueta femenina familiar se hizo presente y los dos dirigimos nuestra vista hacia ella. 

Era Mikan

>>Veo que sigues aquí.<<-caminó hacia la refrigeradora y sacó una botella de agua, la cual abrió y se la tomó al instante->>¿No te rindes todavía? Es bien molesto tenerte<< 

>>Dilo por ti misma<<-la miró feo pero la azabache no le prestó el más mínimo interés

>>¡Ya qué!<<-cogió el bolso que estaba recargado sobre una de las sillas de la mesa y se encaminó hacia la salida->>Voy a ir a entrenar. Cuando esté la cena avísame Hotaru<<-la mencionada hizo un asentimiento con la cabeza y la castaña salió sin más, sin siquiera despedirse de mí

Soy invisible para ella

>>Se le pasará.<<-me acarició con ternura la cabeza y me sonrojé->>Mikan, no puede evitar quererte.<<-me sorprendí y vi que ella se aclaró la garganta->>P-Por lo menos, lo in-intenta<<-le sonreí y me levanté de mi asiento para posteriormente hacerle una reverencia

-Gracias por sus palabras Imai-san. Me han servido mucho para reflexionar-también me sonrió y antes de desaparecer de la estancia, añadió algo más

>>Ustedes se pelean por tonterías. Deberían aclarar las cosas o simplemente esto ocasionará la guerra.<<-echó la cabeza para atrás con una sonrisa divertida->>La guerra en sus corazones<<-se corrigió y después de aquello se fue y yo salí de su vivienda, en dirección hacia los bosques frondosos donde una chica guapa sin corazón entrenaba duramente

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Con sus alices

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>>¿Qué haces aquí?<<-me vio y su faz era inexpresiva->>Yo no te invité<<-sujetaba un revólver en su mano derecha

-Me auto-invité. La zona es libre y puedo hacer lo que me plazca-le hablé sin sonar grosero pero creo que que provoqué lo contrario

>>¡¡Idiota!!<<-disparó hacia mí, aunque para su mala suerte lo esquivé fácilmente. Ahora estaba sobre la rama de un árbol sonriéndole burlescamente

La estaba provocando

-Tienes pésima puntería. Quizás el hecho de que tengas alices, no influyen mucho.-coloqué mis dos manos en mis bolsillos, en señal de despreocupación-¡Y eso que practicas mucho, Mi-kan-chan!-pronuncié su nombre pausadamente y noté que eso la incendió, sonreí orgulloso

Tal vez así...

>>¡Tú..., maldito! ¡Te mataré!<<-bolas de fuego aparecieron a sus costados y me puse en posición de batalla

-¡Cuándo quieres, Sakura-san!-empezó a correr hacia donde me encontraba y de un salto me coloqué a su nivel

No quería parecer un tramposo

Lanzó una potente llama que me rozó un poco la mejilla. Sonrió con victoria pero ni crea que le dejaré el camino tan fácil.

A pesar de quererla

-Te falta mucho para que me superes-cogí una cuchilla que tenía a un lado de mi pierna y se la arrojé, la cual, dio con rotundo éxito en su barriga

Vi que hizo una mueca de dolor y a los segundos el calor que estaba en el ambiente se disipó y volvió a estar a su temperatura normal. Me le acerqué y acuclillé, tenía una mirada de extremo cariño. Noté que se impactó y procedí a hablarle nuevamente.

-Eres lenta.-frunció el ceño y estuvo a punto de darme una cachetada pero la agarré por la muñeca, evitando que lo hiciera-Aún así eres ágil y piensas rápidamente tus movimientos. No eres mala, no obstante, te falta experiencia.-me paré y le brindé mi mano-Si quieres te puedo ayudar a ser mejor. Mi entrenador es increíble,-le sonreí nerviosamente-trabajó para el  FBI. Sin embargo, se aburrió de esa vida y la cambió...p-por una más i-interesante-pasé una mano por mi nuca en ademán de nerviosismo. De repente, oí una risa encantadora que sin duda alguna me conquistó el alma

>>Sos extremadamente un imbécil.<<-alcé una de mis cejas y ella seguía riendo a carcajadas->>Por otra parte,<<-detuvo su risa y me sonrió con sinceridad, abrí los ojos en sobremanera->>gracias.<<-se paró con cuidado-agarrando en el proceso su cartera-sosteniendo su herida, la vi con arrepentimiento->>Por las boludeses que has dicho, mi estado de ánimo está mejor.<<-me dio unas palmaditas en la espalda manteniendo aún esa brillante sonrisa->>Creo que no eres tan tonto como pensaba.<<-comenzó a alejarse de mí y antes de cruzar el puente que la llevaba al pueblo donde vivíamos me dijo->>¡He hecho un nuevo descubrimiento!<<-gritó entusiasmada y a pesar de tener ese corte fue saltando con alegría hacia la casa de su mejor amiga

Una vez la miré entrar, me caí al suelo y fijé mis orbes naranja rojizo en el claro cielo celeste con bellísimas nubes blancas. Llevé una de mis manos hacia mis irises, tapándolos.

-¿Cómo puede ser posible...-mis mejillas se tiñeron de un vergonzoso rojo intenso-

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Que seas tan cautivadora?