OO. › ıntro 」❞

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"Te quiero a las diez de la mañana,
y a las once,
y a las doce del día.

Te quiero con toda mi alma
y con todo mi cuerpo,
a veces, en las tardes de lluvia."

- Jaime Sabines.


— ¿Otra carta?

— Otra carta, esta vez envió un poema.

— ¿Puedo leerlo?

— No, es tan cursi que vas a gritar porque esta clase de cosas te gustan a ti.

No era el único al que le gustaban, Taeyong sabe bien que detrás de esa expresión de disgusto Doyoung en realidad no quería compartir la carta porque la consideraba algo personal, sólo para él, aunque eran mensajes cortos y sencillos, Doyoung los apreciaba por parecer realmente honestos.

La mano derecha sostenía el pequeño sobre de color amarillo pálido con fuerza, no quería dejarla ir, Taeyong sentía en ese momento un gran orgullo, era como si su propio corazón estuviera en la mano del pelinegro. Era adorable cuando Doyoung no podía ocultar lo que sus cartas provocaban.

Al caminar Doyoung avanza más rápido, pensando que Taeyong no vería la sonrisa que adornaba su rostro, el mayor aparenta siempre no saberlo, pero es tan fácil leer a Doyoung tras tantos años juntos, tras todo ese tiempo admirando en secreto, ocultando su fascinación por aquel chico.

— Entonces tiene mi aprobación.

— Pero no la mía, si no tiene el valor de decirme estas cosas a la cara entonces prefiero que siempre quede como un secreto. —Fueron las palabras algo duras, pero reales, del chico de cabello obscuro.

La lengua de Doyoung podía ser brutal en ocasiones, pero Taeyong comprendía su punto, le gustaría decir que las cartas son el inicio de una sorpresa y una declaración extravagante, pero era tal como el pelinegro lo imaginaba: Tenía demasiado miedo como para exponer sus sentimientos, puesto que el rechazo sería insoportable. Puede que Doyoung disfrutara de los mensajes, estaba seguro que este debía tener ocultas las cartas en algún lugar, apreciando el detalle, pero eso no significaba que fuera a corresponder el sentimiento. El joven prefería las personas decididas, más bien seguras, no es que él mismo fuera un cobarde en realidad, sólo que cuando trataba de sus sentimientos hacia Doyoung el temor a perder aquella amistad era más fuerte que todo.

No culpaba a Doyoung por pensar de aquel modo, entendía bien que su falta de valor le permitía sólo expresarse anónimamente, la sombra de su amor sería siempre eso, una sombra, sin rostro propio.



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Aquí me encuentro con otro Dotae, porque amo demasiado esta pareja y no me pude contener. Será una historia de pocos capítulos, aunque cada uno un poquito largo. Si alguien lee, espero que puedan disfrutarla. ~

Cᴀʀᴛᴀs ᴅᴇ ᴜɴ Aɴᴏ́ɴɪᴍᴏ ❥⧽ : DotaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora