Han pasado tres meses desde aquel día en que el comedor de la facultad presenció el desastre amoroso más memorable de sus vidas, algunas cosas han cambiado, otras no.
Sicheng y Yuta son oficialmente novios, les tomó cinco días de súplicas de parte del japonés y explicaciones de sus amigos para convencerlo de que nada de lo que habían dicho en el comedor era verdad, al menos no la parte que involucraba a Yuta. Sicheng supo perdonar y ahora son una pareja demasiado amorosa, es como si el Yuta que odia el romance hubiera sido reemplazado por otro que alaba el suelo por el cual pasea su novio; los abrazos, besos, detalles cursis y demás cosas relacionadas a la expresión del amor están colmando la paciencia de Ten, pero al menos todos parecen felices de ver que el amor imposible de esos dos individuos está resultando en una de las relaciones más empalagosas y envidiables por los demás estudiantes.
Ten y Jaehyun aprendieron su lección: no inmiscuirse en las relaciones ajenas, a excepción de que se trate de Lucas y Kun, están determinados a que esos dos estén juntos; Taeil les recuerda que él siempre tuvo su sospecha acerca de aquellos enredos amorosos y cuenta la anécdota a todo el mundo como si fuera un abuelo contando cuentos a sus nietos, Youngho está feliz de que todo sea tal como debe ser de una vez por todas y finalmente deja de arrancarse el cabello por frustración.
El misterio de por qué el japonés había esculcado la mochila de Doyoung en primer lugar encontró también una explicación:
— ¿Y qué era lo que buscabas en su mochila? —Pregunta Jaehyun mientras el grupo de amigos se reencuentra para disfrutar el almuerzo.
Sicheng está sentado en las piernas de Yuta, quien se toma el tiempo para disfrutar de una cucharada de comida que el menor lleva a su boca antes de dignarse a darle atención al resto de sus acompañantes.
— Oh, ¿Aquel día? —Replica el japonés, masticando aún.— Sólo quería una de sus mentas, iba a comprar unas pero cuando vi a Kun pensé que podría preguntarle sobre Sicheng y aproveché la oportunidad.
— Pues por culpa de tu obsesivo trasero todos nosotros sufrimos. —Johnny arroja una zanahoria a la cabeza del contrario, quien podría importarle mucho menos su comentario pues volvió a besar el cuello de Sicheng y susurrarle cursilerías.
— Ni siquiera le importa. —Doyoung comenta en voz baja, mirando con aburrimiento al extranjero.
— El amor si que te cambia, ¿No? —Inquiere Taeil con gracia.
— Sólo si eres tan tonto como para dejarte cambiar. —Responde el pelinegro desviando la vista de esos dos, son tan amorosos que casi le da nauseas.
— Oh por favor, como si tú no cambiaras al menos un poco cada que Taeyong toma tu mano o te dice "cariño". —Burla Jaehyun, Johnny ríe con fuerza y gracias a esto se ahoga con un trozo de lechuga.
— ¿Yo qué? —Pregunta el recién mencionado llegando a la mesa, deja un plato de comida para él y un trozo de pay de manzana frente a Doyoung, quien sonrojado frunce el ceño.
— No puedo creer que me hayas hecho caminar hasta el café sólo para que pudieras traerle un pay de manzana a Doyoung. —Se queja vigorosamente Ten, haciendo una cara de reproche, ignora la tos de Johnny y empuja al americano para sentarse al lado de este.— Pay que por cierto fue a reservar en la mañana porque el conejo al parecer le gusta más la manzana que la zanahoria.
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Cᴀʀᴛᴀs ᴅᴇ ᴜɴ Aɴᴏ́ɴɪᴍᴏ ❥⧽ : Dotae
FanfictionTaeyong, demasiado temeroso de confesar cara a cara su amor, envía cartas anónimas a Doyoung; podría seguir con aquella costumbre de no ser porque las cosas se complicaron más de lo que esperaba. "𝑆𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝘩𝑒 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑒𝑠 �...