La primera carta llegó un miércoles, oculta dentro del libro de texto de Doyoung.
La razón por la cual se dio el valor de escribirla fue en realidad un arrebato de emoción y coraje, ocurrió una noche en que Johnny y él estaban ahogándose en bebidas energéticas tratando de terminar un proyecto del cual ciertamente se habían olvidado hasta hace dos días apenas. El azúcar les corría por las venas y dedos, eran cerca de las 2:00 am cuando lograron concluir, estaban seguros que no tendrían una nota perfecta, pero al menos no reprobarían y sería una calificación lo suficientemente buena para no avergonzarse.
— Te lo dije, sólo necesitábamos desvelarnos un poco y estar bien despiertos. — Johnny levantó su mano, esperando a que Taeyong chocara los cinco, cosa que sucedió.
— No puedo creer que en serio olvidamos hacer el proyecto, ¿En qué pensábamos todo este tiempo? —Taeyong comienza a ordenar todas las cosas esparcidas en su cama y el suelo: hojas, libros, notas y demás.
— Yo estaba honestamente ignorando hacerlo. —Responde sin vergüenza su amigo, tomando el último trago de su lata.— Tú por otro lado estabas muy ocupado ayudando a Doyoung a estudiar para su debate. —Al decir esto miró al dueño de la habitación con sugestión.
— Cierto, entonces debo culparlo a él. —Evitó la mirada de Johnny, no quería hablar de aquello que sin duda debía estar pensando el castaño.
— No es culpa de Doyoung, ¿Quién fue el que voluntariamente le dijo que le ayudaría a estudiar todas las tardes? ¿El que lo acompañaba hasta entrada la noche para asegurarse de que también descansara? ¿No fue el mismo que también perdió un día de clases para ir a verlo en el concurso? —Preguntó y preguntó el mayor, arrojó una pequeña bola de papel a la cabeza del otro, riendo al ver su expresión irritada.
— Comprendo, comprendo, fue mi culpa por olvidarlo, sólo quería ayudar a un amigo. —Se excusó pobremente, al levantarse del suelo emitió un gemido, su espalda y piernas se habían tensando por pasar tanto tiempo sentados en el suelo.
— Ajá, y ambos sabemos que no era precisamente ayudar a un amigo. — Johnny tomó la mano que le extendió el más bajo, levantándose con la misma dificultad que este.— ¿Cuándo vas a decirle lo que sientes, Taeyong? El tiempo pasa y no siempre serán jóvenes.
— ¿Por qué hablas como si tuviéramos 30 años? —Continuó la conversación levantando los libros de su cama, no sabía ya cuáles eran de la biblioteca y cuáles de sus amigos.
— Nunca se sabe, me refiero a que si no te das prisa alguien más podría llegar a su vida.
— Y eso estaría bien. —Arremetió con más severidad de la que quería.— Johnny, sé lo que siento, pero no pienso decirle nada, las cosas están bien entre él y yo tal como son ahora, ya sabes que no quiero arruinar nuestra amistad.
— ¿Y cómo sabes que se va a arruinar?
Youngho le arrebata los libros y le mira exasperado, él es el único quien sabe sobre su interés, no, su amor por Doyoung, la cantidad de tiempo que ha sentido esas cosas especiales por su amigo de la infancia; es agradable no tener que guardarse ese secreto para sí mismo, mientras el resto de chicos en su grupo de amigos están convencidos que su amistad con Doyoung es la de cualquier cariño fraternal que se ha ido cultivando durante varios años, Youngho no pasó por alto las miradas furtivas, la atención constante y especial que tenía hacia su mejor amigo, y claro, el hecho de que en una ocasión, por accidente, a causa de las bebidas, terminó revelando su secreto a un más o menos sobrio Johnny en una fiesta.
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Cᴀʀᴛᴀs ᴅᴇ ᴜɴ Aɴᴏ́ɴɪᴍᴏ ❥⧽ : Dotae
FanficTaeyong, demasiado temeroso de confesar cara a cara su amor, envía cartas anónimas a Doyoung; podría seguir con aquella costumbre de no ser porque las cosas se complicaron más de lo que esperaba. "𝑆𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝘩𝑒 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑒𝑠 �...