Ya era de mañana, realmente era temprano. México le pidió a CDMX que fuera a la casa de Santiago de Chile por ese día, Yucatán estaba con el abuelo España y Sinaloa y Monterrey estaban jugando bolos con Tokio y Moscú. La casa estaba en total silencio.
México estaba metiendo a su vieja mochila una foto de sus hijos, guantes cuero, dulces y una foto editada de Canadá amarrado a una silla. Era lo que necesitaba para la parte más difícil del plan. "Este es el día, no podemos fallar... no puedo fallar, después de esto finalmente volveré a ser libre" se repetía México en la cabeza.
Rusia se encontraba en su camioneta, esperando a México. Estaba impaciente, ansioso y temeroso. El plan estaba fríamente calculado, cada milimétrico movimiento estaba planeado. La pierna rota de México fue sustituida por un soporte adhesivo, así podría caminar sin sentir dolor hasta que su pierna se recuperara.
Rusia sabia por cuenta propia que golpear a México fue el acto más cobarde que pudo haber hecho, ya sabía por cuenta misma el fin del plan. La sangre se derramaría sobre el piso.
—Ya estoy listo — vocifero México al momento de subir al auto y poner su mochila sobre sus piernas.
—Bien... —Respondió el Ruso.
El plan era fácil de ejecutar pero difícil de planear. Rusia tenía sus ojos fijos en la carretera, y México tenía la mirada perdida entre el horizonte. Ambos sabían que se dirigían a la casa blanca, Rusia sabía lo que debía hacer y México como actuar, pero en ese momento, justo en el camino ninguno sabía que decir.
—Lo de ayer... ¿Qué dijeron los niños?
— ¿Sobre qué? —Pregunto México, aun perdido en el horizonte.
—cuando te golpee...—intento decir Rusia sin sonar frio.
México soltó una risita sarcástica.
—CDMX no quiere volver a verte, Sinaloa se drogo para poder olvidar todo, monterrey no quiere dirigirme la palabra, según el yo tengo la culpa por llevarte a la casa....
— ¿Y qué piensa Yucatán?
— ¿Yuca? —Dijo con una lasciva sonrisa — el piensa que eres un hombre malo... justo como USA...
El silencio volvió al auto. Ninguno tenía ganas de seguir hablando. En cuestión de dos horas llegaron a la majestuosa casa blanca. Se estacionaron fuera de ella y buscaron al resto de los turistas que también iban a conocer el lugar. La forma más sencilla de entrar.
Entraron junto al guía turístico y otras 20 personas. El mexicano bajo su mochila del hombro y se dirigió con el guía turístico, dejando a Rusia detrás.
—Disculpe ¿Podría ir al baño? — Pregunto México, fingiendo una voz apresurada.
—Claro, están a dos pasillos, a mano derecha.
—Gracias —Dijo México, para después salir corriendo a donde estaban los baños.
[...]
México cerró la puerta con seguro y se aseguró de que no hubiera nadie más en el baño, luego comenzó a quitarse la ropa, intentando tener cuidado con sus heridas. De su mochila saco una blusa abotonada blanca y un chaleco negro. Una vez termino de cambiarse se miró a si mismo al espejo. Omitiendo el escudo de águila en su rostro, se veía idéntico a los demás sirvientes de la casa.
Saco su celular y le mando un mensaje a Rusia. "Coahuila".
Luego de esto, México saco un arma de su mochila y la metió dentro de su pantalón, luego saco un encendedor eléctrico y lo prendió. Salió del baño y comenzó a caminar a la segunda planta de la enorme casa, en el camino, se topó con un verdadero sirviente de la casa blanca, el cual tenía en sus manos una serie de papeles importantes. El mexicano trago en seco antes de poner el encendedor prendido sobre aquellas hojas, mismas que prendieron en fuego casi inmediatamente. México no se quedó un segundo más, salió corriendo del lugar a la segunda parte del plan.
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Resiliencia [RussMex] //Terminada//
FanfictionAmaba el aroma que ya provenía desde los poros de su piel. Tras años de esclavitud, la nueva libertad olía a gloria y paz, sin embargo, poco duraría la felicidad de la frontera tricolor. Han pasado bastantes años desde que México consiguió manteners...