Besos y abrazos ||Joerick||Terminada||

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🥑Joel🥑

Se siente tan raro que me guste mí hijo, también se siente mal porque sé que está mal. Pero no puedo simple evitarlo, porque es muy perfecto como para que no me guste.

Tengo miedo de que alguien pueda enterarse porque me va a ir mal, muy mal.

Pero lo prohibido es más divertido.

Es un niño muy inteligente y se que no le diría nada a nadie, pero igualmente no me siento completamente seguro de esto.

Pero ¿que es "esto"?¿algún extraño tipo de relación?¿una relación padre e hijo? Dios, que turbio.

Salí del baño encontrándome a mí pequeño ojiverde en mí cama con nada más que un boxer.

Sentí ganas de volver al baño, pero sería muy obvio. Aunque realmente no me está viendo porque está dormido.

Un pequeño bulto sobresale por la entrepierna del boxer y no puedo evitar reír por su tamaño, no es como si yo a su edad la tuviera muy grande, pero si más que el.

Me acerqué a el y comencé a dejar besos por su cuello.

—Bebe- murmuré entre besos a su cuello- me tengo que ir- informe dejando piquitos en su boca.

—¿A donde?- murmuró levantando su mano para tocar mí cabello.

—Yo al trabajo y tú a la escuela- sonreí aunque no me veía y abrió los ojos de golpe.

—¡Olvide que tengo tarea!- exclamó levantándose rápidamente, no pude evitar reír.

Mí risa se cortó al recordar que tenía que hacer un informe.

Fui directo a mí escritorio a preparar lo que tenía que hacer mientras escuchaba a Erick chillar en su habitación haciendo su tarea a contra tiempo.

Mí alarma sono y chille porque me quedaba poco para terminar y ya tengo que salir.

Justo cuando salí de mí habitación, ya cambiado, salía Erick de la suya de la misma forma.

—Ya me voy papá- avisó indicándome que me iba a saludar, me agache un poco haciendo que me deje un beso en la comisura del labio.

Bajamos juntos y cuando abrió la puerta vi que había un niño de su edad al otro lado de la puerta, justo antes de que volviera a cerrar la puerta. Fui corriendo hacia allá y abrí la puerta encontrandolos abrazados.

—Erick- lo llame al ver que no noto mí presencia, el se separó de su amigo y me miro- te quería preguntar si querías que te acompañará, pero veo que vas bien acompañado- dije mirando al niño despectivamente.

—¿No tienes que trabajar?- cuestionó frunciendo el ceño.

—Si, pero quería acompañarte. Tú escuela me queda de camino- en realidad me queda al otro lado de la ciudad.

—Oh ¿podemos ir los tres?- nos pregunto a ambos sonriendo.

—Claro- asintió el niño, vi como sus ojos miel brillaron al verlo sonreír y estoy seguro que los míos igual.

—Vamos- afirme- ¿Como te llamas?- pregunté cuando ya nos encontramos caminando.

—Me llamo Christopher, voy con Er al colegio- me informo, como voy atrás de ellos no puedo verle la cara pero por la forma en que hablo me dio a entender que sonreía.

Seguimos conversando ligeramente entre los tres. Al llegar al colegio me di cuenta que todo el tiempo ellos fueron tomados de la mano y no pude evitar sentir una horrible sensación en el pecho.

No puedo creer que voy a tener de competencia a un niño de 14 años.