6

1.3K 149 62
                                    

🥑Joel🥑

El niño volvió a casa, pero lo veo más alejado de Erick y eso me tranquiliza un montón.

Por como lo mira noto lo mucho que le gusta, y es comprensible ¿a quien no le podría gustar Erick? Es físicamente hermoso e interiormente también.

Lamento decir que soy consciente de lo enfermo que es fijarme en mí hijo de esa manera pero simplemente lo veo y no veo a mí hijo.

No nos parecemos de ninguna forma.
Él tiene ojos verdes, yo mieles, él tiene el cabello negro, yo castaño, el es extrovertido, yo introvertido, a el se le da muy bien pintar, a mí escribir, él tiene la cara más cuadrada, yo tengo los ojos más achinados, el piensa mucho en la gente mientras que yo soy muy egoísta, el llora por que si, por qué no y por si acaso y yo creo que no lloro desde que nació.

Y tampoco es como si se pareciera mucho a Emilia.

La única razón por la que afirmo que es mí hijo es que en ese tiempo nos amabamos mucho con Emilia, a penas podíamos estar despegados un par de horas pero no sin hablar. No sé que nos pasó.

Más de una vez me han cuestionado si realmente es mí hijo pero es algo de lo que simplemente nunca e dudado. Tal vez tiene los genes de antepasados de Emilia o algo así.

—¿Papá?- me hablo Erick- ¿Chris se puede quedar a dormir? Su mamá no lo puede venir a buscar y está lloviendo muy fuerte- pidió. Fruncí el ceño, no quiero que ese niño se quede acá.

—Claro- sonreí falsamente​.

No quiero que esté acá, pero no puedo mandar al niño bajo la lluvia y no me voy a arriesgar a salir bajo el agua con el auto.

—Gracias señor- me sonrió tímido.

Es muy lindo y tierno, no tengo un motivo coherente para que me caiga mal, y menos considerando su edad, pero simplemente me cae mal.

—Denada... eh- no recuerdo su nombre.

—Chris... Christopher Velez- sonrió.

—¿Qué quieren comen niños?- cuestioné levantandome hacia la cocina.

—¡Pollo!- gritaron al unísono, al darse cuenta se sonrieron y abrazaron.

—Toco tú frente- dijo Erick tocando la frente de su amigo- me agachó al piso, tocó madera- se agachó y tocó la pata de la mesa- y tú suerte es mia- sonrió sacándole la lengua.

Sentí un deje de molestia en el pecho mas no sabía cómo interrumpir ese momento sin que fuera muy obvio así que me limité a cocinar tratando de no prestarles atención.

—Tu duermes en el piso y yo en la cama- escuché decir a Erick.

—No, no Erick- dije dándome la vuelta- tú duermes conmigo, así tú invitado duerme cómodo- sonreí falsamente, los dos sabíamos que yo no lo iba a dejar dormir con ese niño.

—Podemos dormir los dos en la cama, señor- sugirió el castaño con la vista en el piso. Lo que me faltaba.

—Es una cama muy pequeña y no creo que duerman cómodos los dos ahí- Erick estaba por hablar pero lo mire desafiante- además, no quiero que se desvelen- reí falsamente, el niño también río y asintió.

Besos y abrazos ||Joerick||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora