Besos y abrazos ||Joerick||Terminada||

7

🌴Erick🌴

—¿Porqué no puedo dormir con Chris?- pregunté mordiendo mí labio inferior nervioso por la respuesta.

—Por qué yo lo digo- dijo cortante acostándose.

—Pero no entiendo que tiene de malo- murmuré mirando al piso.

—¿Y porqué quieres dormir con el?- se dio vuelta para mirarme.

—No es eso- sentí mis ojos humedecerse- es que no quiero que se quede solo.

El suspiro mientras yo luchaba por retener las lágrimas en mis ojos.

Sentí como me agarraba de la cintura y cuando me di cuenta me había acomodado en su regazo tal como si fuera un juguete.

—No quiero que estés con el- dijo- veo como te mira, y no me gusta.

—¿Y como me mira?- pregunté jugando con mis dedos.

—Te mira como yo te miro. Cómo si fueras lo más valioso y hermoso en el mundo para el, y no pienso soportar que alguien más que no sea yo te mire así.

No entiendo porque le molesta, Chris es solo mí amigo.

—Pero solo somos amigos.

—El no te ve como un amigo- aclaró, yo lo mire dudoso.

—Y aunque así fuera ¿cual hay?- pregunté ladeando la cabeza, sin entender.

—Ya te lo dije, eres solo mío y solo yo te puedo mirar así, besar, tocar- aclaro sentándose para quedar cara a cara.

—Igual no íbamos a hacer nada malo, solo hablar- me encogí de hombros.

—Erick, no soy idiota. Ya no son niños- encarno una ceja.

—Pero solo somos amigos- repetí- yo solo lo veo como amigo y el también a mi- hice puchero.

—El te ve como si todo el tiempo tuviera ganas de besarte, y así no se miran los amigos- encarnó una ceja- Erick, dime la verdad ¿son solo amigos?- asentí.

—Yo solo soy tuyo- aclare nuevamente sintiendo que las lágrimas salían.

Odio ser tan sensible, todo me afecta.

No es mentira que con Chris solo somos amigos, pero sí que solo nos vemos así. No es la primera vez que casi nos besamos.

En el colegio muchas veces nos han dicho que somos novios, burlándose, por la forma en que nos tratamos. Pero realmente no es así.

No voy a negar que me muero de ganas de probar sus labios, pero siempre que está la oportunidad algo lo impide y ya me resigne a que el destino no quiere ni siquiera que nos besemos.

—Bebe- murmuró acariciando mí cara- no llores, mí amor- pidió dándome piquitos.

—P-pero tu, tu n-no confí-fias en mi- tartamudeaba ya dejando que las lágrimas cayeran libremente.

—Si confío en ti, en el no confío- aclaro retirando mí cabello de mí cara.

—P-pero ¿que importa el si yo te digo la verdad?- cuestione limpiando mis lágrimas, el suspiró.

—¿Quieres ir a dormir con el?- cuestionó abrazándome, negué con la cabeza- no me molesta, bebe- aclaro.

—Quie-quiero dormir contigo- dije bajandome de el para acostarme a su lado esperado que me abracé.