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🥑Joel🥑

Sentí como mi mundo se caía en mil pedazos cuando creí que lo perdía.

Pero la tranquilidad volvió a mi cuerpo en cuanto lo tuve entre mis brazos relativamente sano y salvó, pero ya lo estará.

Hace un rato me sacaron sangre. Le tengo miedo a las agujas desde pequeño, pero por mi bebé lo que sea.

Sentí que me moría con el, por que ese niño es el motor de mi vida. No recuerdo como fueron los ventitres años que viví antes de su llegada y no necesito ni quiero saber cómo sería.

—No quiero- dijo rápidamente en cuanto la cocinera que llevo su comida salió de la habitación.

—Tienes que comer, así te pones grande y fuerte- sonreí.

—No tengo cuatro años- encarnó una ceja.

—Tienes que comer para tener energía y el peso suficiente para que te den de alta pronto- dije, esta vez, seriamente.

—No se qué tiene que ver una cosa con la otra- frunció el ceño.

—Como sea tienes que comer- finalizó llevando una cucharada a su boca, justo cuando la puerta se estuvo por abrir la enfermera de ayer la cual no parecía estar precisamente feliz.

🐷N.O🐷

Emilia esta nerviosa.

Sabe que en pocos minutos aparecerá Joel en su puerta reclamándole y no tiene como justificarse.

No hay nada que la justifique.

Sabe que de parte de Joel no va a tener consecuencias. Pero no quiere quedarse con Erick, aguantarlo dos veces por mes ya es mucho para ella aunque lo hago solo por molestar a su ex marido.

—¿Que pasa mi amor?- le pregunto el castaño- pareces, nerviosa.

—No, no. Solo espero que nos den pronto de alta, odio este lugar- explicó mirando a otro lado.

—¿Estas segura?- pregunto tomando su mano para acariciarla con cariño, ella asintió sonriendo falsamente.

—¿Sucede algo?- cuestiono el rizado al ver la cara de la enfermera.

—¿Ya me van a meter la sangre?- cuestionó Erick frunciendo el ceño.

Ninguno de los dos se imaginaba lo que estaba por decirles la enfermera, los tres si se incluye a Johann que prontamente también se enteraría si, como esperaba Emilia, Joel llegaría a esa habitación a reclamar.

—No creo que podamos hoy, corazón- informó la enfermera en dirección a Erick, aunque le informaba los dos.

—¿Porque?- cuestiono el rizado.

—La sangre que donó la sangre no es suficiente- informó nerviosa.

—Bueno, saqueme más a mi- se encogió de hombros.

—No es eso. A la madre se le extrajo la cantidad indicada, el problema es su sangre, señor.

—No entiendo ¿que tiene mi sangre?- cuestionó con miedo.

—¿Vamos a hablar afuera?- pidió mirando al niño, Joel asintió.

—¿Estoy enfermo?- es lo primero que cuestionó cuando hubieron cerrado la puerta, ella negó- ¿entonces?

—Su sangre no es compatible con la de Erick- dijo finalmente.

—¿Qué me está queriendo decir?- cuestionó con miedo de entender.

—Usted no es su padre.

Besos y abrazos ||Joerick||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora