Estalla la Guerra

59 7 2
                                    

En todo Royal Woods, y buena parte del estado de Michigan, la familia Loud tenía bien ganada la reputación de ser una de las familias más ruidosas y escandalosas que puedan existir. Muy a pesar del paso de los años, no se perdió la esencia que los caracterizaba. Y quedó demostrado esa tarde que fueron a la inauguración del nuevo parque de diversiones de la ciudad.

Lori no paraba de hablar con su novio Bobby (si, sorprendentemente aún perduraba su relación con el mexicano) por el celular, Leni continuaba igual de despistada que siempre, Luna se había vuelto un poco más calmada que antes, Luan al menos no hacía sus bromas en lugares públicos, Lynn mucho menos impulsiva que antes, Lucy ahora era un poco más social (aunque conservaba exactamente la misma apariencia que a sus 8 años), las gemelas habían bajado gradualmente la rivalidad que tenían, Lisa se había vuelto más "humana" (en el sentido que demostraba a veces sus emociones, y ya no experimentaba con su familia) y Lily había desarrollado una parte de todos los gustos de sus hermanos.
Aquel día fue cuando casi batieron el récord del nivel de escándalo que armaban, ya que se habían ido a un lugar a divertirse lo harían a su manera.

Al final del día casi todas las chicas estaban casi sin poder hablar, salvo por Lynn. Extrañamente, hoy una de las Louds más hiperactivas apenas habló. Osea, si estuvo corriendo de aquí para allá buscando subirse en todas y cada una de las atracciones, pero apenas gritó en una de ellas. Normalmente ella era la primera de todas en quedarse sin voz pero hoy no fue así.

Por si fuera poco, la notaron con una expresión de gran seriedad la mayoría del tiempo. Las dudas empezaron a surgir en todos temiendo lo peor, les asustaba la idea de que le haya sucedido algo que ninguno de ellos sepan.

Se estaba haciendo de noche, era hora de regresar a casa. Leni no estaba con ellos porque le insistió a su novio hasta el cansancio para ir ambos a ver los anillos de compromiso. Al final la sorpresa que Alexander venía pensando hace meses se había estropeado gracias a que Lincoln prefirió mandarlo al frente antes que revelar que saldría con una amiga. Al regresar tenía pensado darle un buen sermón al chico por eso.

Los primeros en regresar a la casa fueron los padres con casi todas sus hijas, a la media hora cayó Alexander. Éste lo primero que hizo fue subir las escaleras y buscar al chico en su cuarto, pero no tuvo suerte. Al no encontrarlo, empezó a preguntarle a todos donde podía estar, pero nadie sabía nada del paradero del peliblanco.

Estaban por llamarlo a su celular hasta que Leni observó al frente y lo observó conversando con Santiago en la vereda.

-¡Lo encontré!- Dio el aviso a todos.

Ella no estaba muy enterada de la rivalidad de su novio con el amigo de Lori, por eso fue que se sorprendió al ver que Alexander buscó su Parabellum y fue caminando hasta allá con una cara de pocos amigos.

Los Louds al ver eso intentaron frenarlo desesperadamente, pero sus esfuerzos fueron en vano. El bosnio estaba decidido en confrontar a su ex-amigo.

Santiago al verlo también sintió una bronca nacer de adentro, y menos mal que siempre iba acompañado de su Desert Eagle por si las dudas.

-Bueno Lincoln, parece que tu sesión con el psicólogo tendrá que esperar...- Le avisó, seguido de una indicación que se haga a un lado.

Cuando el ojos escarlata puso un pie en el césped de esa casa se pudo sentir como el viento empezaba a soplar con fuerza y el cielo empezaba a nublarse de repente. Lincoln observaba todo con un miedo impresionante a tan solo unos 5 metros de distancia. Los Louds tuvieron la suerte de estar a una calle del quilombo, pero eso no les quitaba el miedo de encima.

-¿Qué haces aquí?- Preguntó el castaño, con los ojos ya teñidos de rojo por el enojo inminente.

-¿Qué te importa?- Contestó Alexander, con sus cabellos ya agitándose a medida que el viento soplaba cada vez más y más fuerte.

The men who sold the worldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora