Como en los viejos tiempos

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La guerra entre los dominios de Alexander y Santiago había estallado, y con ello significaba que no se tomarían el tiempo de hacer declaraciones formales donde lo formalizaban ni nada por el estilo. Esos dos ni se molestaban en perder un solo segundo para esa clase de tonterías, eran más de ir al grano y ya. Santiago, como prueba de ello, ya había dado el primer paso junto a su más fiel camarada, y a quién consideraba también su allegado más cercano.

Hace 12 horas, después de la pelea en casa de Santiago.

El castaño hizo unas llamadas mientras manejaba rumbo a una de las bases locales de su agencia. Al llegar, no tuvieron tiempo de recibirlo que escucharon sus órdenes, claras como el agua: que preparen un avión para volar rápidamente al país de Bosnia-Herzegovina, que alisten el armamento estándar para misiones de asesinato y que le digan a un tal "Ghost" que se vaya preparando para salir de cacería.

El agente mencionado no tardó en aparecer. Un pelinegro que aparentaba entrar en sus veintiún años, ojos cafés, 1.79 metros de altura y una expresión de frialdad absoluta.

-Ghost, empaca tus cosas, irás junto con "Big Boss" a liquidar al pez gordo antes de lo esperado.- Le dieron el aviso de lo que parecía ser una misión de última hora. El pelinegro no objetó nada y fue corriendo a buscar su equipaje. Así como corrió a empacar, corrió también a su otro destino. 5 minutos después ya estaban ambos agentes en el aeropuerto del lugar con un avión esperándolos para salir, ninguno de los dos tardó en subirse a la aeronave y partir rumbo al país que les mencionaron.

Al llegar, Boss designó un punto de aterrizaje a 5 kilómetros de distancia de la Residencia Konak, lugar en el que se desarrollaría un importante encuentro. Después, le dio la orden a otro piloto que debía retirarlos en aproximadamente dos horas de la Zona de Aterrizaje designada con anterioridad. Luego de eso, nuestros personajes tomaron sus paracaídas y saltaron hacia el punto que el líder del dúo marcó.
La caída duró lo suyo, pero parecieron solamente unos pocos segundos hasta que aterrizaron en donde acordaron. Los dos agentes no perdieron el tiempo en sacar sus armas y comenzar a caminar rumbo al lugar que tenían por objetivo.
Luego de una hora caminando, la fiesta daba indicios de comenzar...

-Ghost, estoy detectando una marca térmica justo adelante, la escolta debe estar cercana al borde del acantilado.

Caminaron unos metros más hasta que encontraron a unos sujetos uniformados y bien armados.

-Espera Boss, enemigos... Alto el fuego.

-Los datos del "K" eran legítimos, ya estamos.

Ghost desenfundó su francotirador con silenciador, Boss hizo lo mismo.

-Más le vale a tu amigo que lo que pagamos por ese canal sirva.

El pelinegro sintonizó en sus comunicadores una frecuencia, y luego escucharon lo que parecía ser una conversación entre los guardias que tenían al frente. Escucharon que se iban a separar un poco para comenzar a patrullar, la oportunidad perfecta para neutralizarlos.

-Debemos centrarnos primero en el grupo de 6 de la izquierda, hay que reventarlos primero. Pido para mí los 3 de la derecha.

-A mi señal Boss. 3, 2, 1, ya.- 6 disparos, 6 balas atravesando 6 cráneos, 6 muertes.

-Just like old times.- Agregó el castaño.

-Bueno, tenemos que liquidar a los otros 2, y después ir a por el Primer Ministro de Bosnia y Herzegovina, vamos.

Se pusieron en marcha y terminaron de asesinar a los otros dos guardias que se habían alejado.

-Tenemos poco tiempo hasta que sepan que algo anda mal aquí arriba. Vamos, es hora del rápel.

The men who sold the worldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora